8. Intensificación efectiva de la autoconstrucción del Gobierno y mayor profundización de la reforma del régimen administrativo. Impulsamos la reforma de los organismos gubernamentales e implantamos el marco preliminar de un régimen de megadepartamentos con unidad de funciones. Siempre hemos considerado como normas básicas de la labor gubernamental la toma científica y democrática de decisiones, la persistencia en ejercer la administración conforme a la ley, el fomento de la información pública de los asuntos gubernamentales, el perfeccionamiento del sistema de supervisión y el fortalecimiento de la moralización administrativa. En cuanto a la reglamentación del funcionamiento del poder administrativo y la construcción de un gobierno de servicio, responsable, regido por la ley y limpio, adoptamos una serie de nuevas medidas y dimos nuevos pasos. En lo referente al procedimiento de la toma de decisiones por parte del Gobierno, mantuvimos con firmeza su carácter científico, democrático y legal y perfeccionamos, entre otros aspectos, la participación del público, la fundamentación a cargo de expertos, la evaluación de los riesgos, la verificación de la legitimidad y la toma de decisiones a través de deliberaciones colectivas. Profundizamos la reforma del sistema de examen y aprobación administrativos, lo que hizo posible suprimir o reajustar en cinco años y dos rondas 498 tipos de asuntos sujetos a dichos trámites, así como 2.497 tipos de asuntos establecidos por los diversos departamentos del Consejo de Estado, cuya suma supone un 69,3% de los antes existentes. Promovimos con energía la información pública sobre los asuntos gubernamentales, poniendo énfasis en la información sobre los presupuestos y balances finales fiscales, y los gastos derivados de las recepciones oficiales, la adquisición y uso de automóviles de servicio y las giras oficiales por el extranjero o fuera de la parte continental, para que las masas populares conocieran más detalladamente la labor del Gobierno y pudieran supervisar su actuación con mayor eficacia. La supervisión mediante auditorías se intensificó cada vez más y obtuvimos logros cada vez más notorios. Fortalecimos en todos los sentidos la lucha contra la corrupción y por la moralización administrativa y reforzamos la supervisión y el control de los cuadros dirigentes sobre su autodisciplina en la integridad moral. En un esfuerzo por elevar la eficiencia administrativa, exploramos y establecimos un sistema de administración de los resultados del desempeño de los gobiernos e implantamos y aplicamos efectivamente el sistema de exigencia de responsabilidades administrativas, haciendo hincapié en las de los jefes ejecutivos.