Una jueza de Río de Janeiro decretó hoy la suspensión del partido amistoso programado para el próximo domingo entre Brasil e Inglaterra, que debería reinaugurar oficialmente el legendario estadio Maracaná, por considerar que la arena deportiva no presenta las suficientes condiciones de seguridad.
El estadio será escenario de las finales de la Copa Confederaciones el 30 de junio de este año y de la Copa del Mundo de 2014.
La decisión de la jueza Adriana Costa dos Santos atiende a una solicitud del Ministerio Público estatal, que pidió la suspensión del amistoso para "garantizar la seguridad" de los aficionados hasta que se presenten los laudos técnicos que comprueben que el estadio cumple con todas las medidas de seguridad para albergar partidos y eventos.
La decisión judicial, que fue publicada hoy en la página de Internet del diario "O Estado de Sao Paulo" afirma que "el Ministerio Público informó que hasta hoy no fueron entregados los laudos de inspección de ingeniería, prevención y combate de incendio, condiciones sanitarias y de higiene, fundamentales para garantizar la seguridad y viabilidad del estadio para la realización de eventos".
Según la jueza, el único laudo presentado por la Policia Militarizada, con fecha del 27 de mayo de 2013 "demuestra que el entorno del estadio está aún en obras y podría generar peligros para los aficionados".
El fallo concluye que en caso de incumplimiento de la orden de suspensión del partido, los responsables -La Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), el Comité Organizador local (COL) y José María Marín (presidente de ambos órganos)- tendrán que pagar una multa de un millón de reales (unos 500.000 dólares).
En tanto, la Asesoría de Prensa de la CBF informó hoy durante el entrenamiento de la selección brasileña que el director jurídico del organismo, Carlos Eugenio Lopes, enviará a la jueza las aprobaciones del Cuerpo de Bomberos y la Policía Militarizada.
En tanto, la gobernación de Río de Janeiro divulgó un comunicado en el que afirmó que ya ha recurrido a cumplir con la solicitud de la jueza y agregó que "todos los requisitos de seguridad para el amistoso Brasil-Inglaterra han sido cumplidos".
El comunicado atribuyó a "un fallo burocrático" el hecho de que el informe de seguridad de la policía no fue enviado a la Federación de Fútbol de Río de Janeiro.
Por su parte, el secretario de Deportes y Recreación de Río de Janeiro, AndréLazaroni, aseguró a la radio Tupi que el partido se llevará a cabo.
"Tenemos una aprobación parcial del Grupo Especial de Inspección Policial en los Estadios (GEPE, por sus siglas en portugués) y entre hoy y el sábado será elaborado el fallo técnico definitivo para liberar al estadio, que está al cien por ciento listo para recibir a los brasileños y para la Copa Confederaciones", destacó Lazaroni.
La selección de Inglaterra llegó hoy a Río de Janeiro y según el portal GloboEsporte, se enteró de la suspensión del partido por los periodistas que estaban en el hotel donde está hospedada en la zona sur de la ciudad.
"¿(Se suspendió) El partido del domingo? Vamos entonces a jugar en la playa", dijo en tono de broma el asistente técnico Gary Neville.
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