La trampa de la clase media
Actualizado a las 21/05/2013 - 15:17
Un reciente informe de The Times de Londres describe a la clase media china como “en camino a convertirse en el bloque social más poderoso del planeta”. The Wall Street Journal citó estadísticas de McKinsey & Co, que define a este grupo como los que tienen ingresos disponibles anuales de entre 16.000 y 34.000 dólares.
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La trampa de la clase media |
Fuente:China Daily
Pekín,21/05/2013(El Pueblo en Línea)- Han Lin no ha hablado con su padre en dos meses. Parte de la razón es que el anciano quiere llevarse a su nieta de 1 año de edad de nuevo a Xuzhou, provincia de Jiangsu, para que pueda cuidar de ella mejor, pero la ciudad está a cuatro horas de viaje en tren desde Pekín, por lo que Han se ha negado rotundamente.
Si bien la situación puede ser desconocida para la gente en otros países, el dilema de Han es muy común en China, especialmente en la clase media cada vez más numerosa. Y este es sólo uno de los problemas a los que se enfrentan.
Un reciente informe de The Times de Londres describe a la clase media china como “en camino a convertirse en el bloque social más poderoso del planeta”. The Wall Street Journal citó estadísticas de McKinsey & Co, que define a este grupo como los que tienen ingresos disponibles anuales de entre 16.000 y 34.000 dólares.
Han, un ingeniero de informática en una empresa estadounidense, y su esposa Qian Jin, una contadora en una empresa privada, se sorprendió ante la sugerencia de que encajan en esta categoría.
“¿Clase media? Seré de clase media cuando tenga al menos dos casas y un hukou de Pekín”, dijo Qian. Un hukou es un registro permanente de domicilio en la ciudad, lo que permite a los residentes de la ciudad gozar de todos los servicios de vivienda, educación y salud.
La vivienda se ha convertido en el tema más importante para la mayoría de las familias chinas que viven en ciudades, seguida de cerca por la educación de sus hijos.
El precio de un apartamento de 100 metros cuadrados, alrededor de la tercera carretera de circunvalación de Pekín, a unos 10 km del centro de la ciudad, se ha cuadruplicado desde el 2005.
Han, de 32 años de edad, compró su apartamento de 90 metros cuadrados en el 2008.
El barrio en los suburbios no tiene grandes hospitales o un centro comercial, y conduce una hora cada día a su trabajo en el centro de la ciudad. Sin embargo, considera que su apartamento fue una gran inversión. Lo compró por unos 900.000 yuanes (124.000 dólares) en el 2008, y ahora agentes inmobiliarios le ofrecen 2 millones de yuanes.
“Soy muy afortunado en comparación con muchos de mi edad”, dice. “Nuestros padres tenían algunos ahorros y fueron generosos en su apoyo, o de lo contrario mi vida en Pekín habría sido totalmente diferente. Hubiera sido mucho más estresante”.
Han y Qian vivieron con sus padres durante unos tres meses después del nacimiento de su bebé. Cuando tuvieron que volver al trabajo, les pidieron ayuda a sus padres. Una buena niñera habría costado al menos 4.000 yuanes al mes.
Con cinco personas bajo un mismo techo, su departamento comenzó a sentirse un poco pequeño. También había otro problema: No hay buenas guarderías o escuelas primarias en el barrio. Podían enviar a sus hijos a una escuela privada, pero les preocupaban la matrícula y la presión de los compañeros.
Han pensaba que tal vez su hijo se avergonzaría de que su padre conducía un Buick, mientras que los otros niños eran llevados por un chofer en un Porsche o BMW.
Algunos de sus vecinos vendieron sus casas de 100 metros cuadrados para comprar un apartamento en el centro de 40 metros cuadrados, así tenían acceso a mejores escuelas.
Muchos de ellos tomaron medidas aún más drásticas. Qian dice que al menos cinco de sus colegas se fueron de Pekín en los últimos dos años debido a que no podían pagar una casa en la ciudad.
“La obsesión de ser dueño de su propia casa es abrumadora”, dice. “Si alguien tiene más de 30 y todavía vive en una casa de alquiler, ya es etiquetado de que no tuvo éxito”, explicó.
Ella dice que incluso hay algunos que fingen divorciarse para poder comprar una segunda casa, debido a las estrictas normas que actualmente rigen para la compra de una segunda propiedad en Pekín y otras grandes ciudades. Una medida que apunta a enfriar el mercado inmobiliario.
La política establece que los residentes sin un hukou de Pekín no pueden comprar más de una casa.
A pesar de su casa actual se está llenando, Han y Qian está posponiendo sus planes de comprar una más grande.
Además, como la mayoría de las personas de su edad en China, son hijos únicos en sus respectivas familias, y deberán hacerse cargo de sus pares que a medida que envejecen tendrán más problemas de salud.
Y también tienen que ahorrar para su hijo.