El Relator Especial de Naciones Unidas sobre ejecuciones extrajudiciales, sumarias y arbitrarias, Christof Heyns, declaró hoy que el Consejo de Derechos Humanos debe pedir a los países una moratoria para la utilización de la robótica autónoma letal (LAR, por sus siglas en inglés), los llamados "robots asesinos".
"El Consejo de Derechos Humanos debe pedir a todos los Estados que declaren y apliquen una moratoria nacional sobre la producción, ensambladura, transferencia, adquisición, despliegue y uso de LAR hasta que se establezca el marco sobre la futura LAR", señaló durante la XXIII sesión del consejo.
Heyns entregó un informe al consejo sobre LAR, en el que invita también al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos a reunirse o trabajar con otros organismos de la ONU para organizar un panel de alto nivel sobre LAR con el fin de articular una política para la comunidad internacional sobre este asunto.
La LAR ha sido definida como un sistema de armas que, una vez activado, puede seleccionar y perseguir objetivos sin mayor intervención humana. Mientras los aviones teledirigidos tienen un "humano a la vuelta", que es quien toma la decisión para desplegar la fuerza letal, la nueva tecnología de LAR involucra una computadora a bordo que toma esas decisiones por su cuenta.
"De la misma manera que tomar la vida de cualquier humano merece un mínimo de reflexión, una decisión para permitir que esas máquinas sean desplegadas para matar seres humanos amerita una pausa colectiva en el mundo", dijo.
Heyns dijo esta tarde en una conferencia de prensa que el uso de LAR probablemente facilitará a los países ir a la guerra y sería difícil determinar quién es el responsable de los crímenes de guerra cometidos.
A pesar de una serie de problemas filosóficos y éticos surgidos por el posible uso de LAR, algunos argumentos señalan que la LAR puede salvar vidas durante las guerras al ser "más específicos", y ésa es la razón por lo que no pidió una inmediata prohibición de los "robots asesinos" en su reporte, explicó Heyns.
Existen tres opciones respecto a la LAR: no preocuparse por ella, prohibirla o regularla, dijo Heyns, señalando que su reporte no emite ninguna recomendación.
El reporte de Heyns indica que ningún país actualmente usa armas totalmente autónomas que puedan clasificarse como LAR, pero que la tecnología ya está disponible, o pronto lo estará.
Varios países activos en este campo se han comprometido a no utilizan LAR en el futuro próximo. Sin embargo, es claro que fuerzas poderosas, incluyendo la tecnología y los presupuestos, empujan en la dirección opuesta, comentó Heyns.