Xue Qianchun, de 35 años y natural de Anhui, lleva trabajando para expatriados en Shanghai desde hace diez años. [Foto por Bao Erqiang/China Daily] |
Shanghái, 04/06/2013(El Pueblo en Línea)-Cuantas más habilidades tengan las ayis, más posibilidades encontrarán de trabajar para extranjeros.
Xue Qianchun, de 35 años, corta cuidadosamente los pimientos y las cebollas. Después de eso, ella introduce algo de jengibre en una batidora para triturarlo.
"La cocina india le da mucha importancia al uso de especies y condimentos. Por ejemplo, yo uso zumo de limón en vez de vinagre para darle un sabor amargo al arroz cocido", dijo Xue, que le añade aceite, cardamomo, canela, clavo y laurel.
Parece que la persona que habla es un chef de la India pero no es así. Se trata de una ayi, palabra china para señora que trabaja en el hogar. Esta ayi lleva trabajando muchos años para familias extranjeras y conoce realmente lo que quieren sus clientes.
Xue es la viva imagen de la lucha y la determinación, algo que resulta inspirador para cualquier persona de familia pobre y sin educación universitaria.
Después de diez años sirviendo en hogares, Xue ha trabajado para personas de países como Francia, Reino Unido, Corea del sur, Italia, Bélgica y Estados Unidos. Con sus dos trabajos a tiempo parcial Xue gana 7.000 yuanes (1.140 dólares) al mes, bastante más que muchos trabajadores jóvenes de oficina en Shanghai.
En 1999, Xue y su esposo se mudaron a Shanghai desde la provincia de Anhui donde trabajó primero como barrendera en las calles. Su jornada de trabajo comenzaba a las seis de la mañana y terminaba doce horas más tarde. Trabajaba seis días a la semana por un sueldo de 600 yuanes al mes.
Recuerda claramente cómo comenzaron a cambiar las cosas.
"Mi primer cliente extranjero era de Filipinas. En aquel momento no tenía ni idea de cómo utilizar una aspiradora y sólo sabía algunas palabras en inglés", dijo.
Xue se estresaba mucho cuando no podía comprender las instrucciones que le daba su jefe, por lo que comenzó a estudiar inglés en su tiempo libre. Ella tomaba notas y las repasaba mentalmente mientras iba en bicicleta a comprarles la comida a los jefes.
"La gente se reía de mí. Me preguntaban si me estaba preparando para el examen de acceso a la universidad", dijo Xue.
Los requisitos básicos para ser ayi incluyen limpiar los baños y el suelo de toda la casa cada día. Al menos una vez por semana, ella lava y plancha la ropa de la familia. El trabajo de la cocina es un reto. Las buenas ayis deben aprender a cocinar platos occidentales. Sin embargo, desde que comenzó a trabajar como asistenta del hogar, Xue ha aprendido a cocinar una variedad de platos occidentales, incluyendo el pesto con albahaca, el guacamole, los pimientos rellenos y la carne con chile.