Por segunda vez desde el pasado 20 de mayo, cuando un tornado de categoría EF5 -la más alta es la escala Fujita- devastó el municipio de Moore dejando a su paso 24 víctimas, el Estado de Oklahoma afronta de nuevo la tragedia tras el azote el pasado viernes de varios tornados que se desplazaron a una velocidad superior a los 150 kilómetros por hora y destruyeron todo a su paso, dejando otra vez a mucha gente sin hogar, dejando muchas vidas astilladas. Las tormentas acabaron con la vida de 11 personas, entre ellas dos niños, y más de 90 resultaron heridas.
La mayoría de los fallecidos se encontraban en sus coches en el momento del suceso. Las dos últimas víctimas, confirmadas este domingo, han sido recuperadas tras las inundaciones ocurridas por las fuertes lluvias y granizo que llegaron a superar el metro de altura en algunas zonas del Estado.
Entre los muertos, hay tres “cazadores de tormentas” que estaban involucrados en la investigación del tornado y se dirigieron hacia la región para alertar a la gente y ayudar a los meteorólogos a comprender estos desastres naturales, según ha informado el Centro de Protección de Tormentas de Norman a AP. Los hombres son Tim Samaras, meteorólogo que estudió durante tres décadas estos fenómenos atmosféricos y apareció en un documental del Discovery Channel, Paul Samaras, hijo del anterior, y Carl Young.
Los tres fallecieron la noche del viernes cerca de El Reno, municipio donde se originó el tornado EF3 –grave en la escala Fujita- situado a unos 25 kilómetros de Oklahoma City. Discovery Channel ofrecerá un especial este domingo en honor de los tres hombres bajo el lema En memoria de Tim Samaras, Carl Young y Paul Samaras que murieron el viernes 31 de mayo haciendo lo que amaban: persiguiendo tormentas. "
"Pusieron su vida en peligro con el fin de educar al público acerca del poder destructivo de estas tormentas", ha dicho Chris West de la policía del condado de Canadian, tras la visita de la gobernadora del Estado, Mary Fallin.
"Han sido dos semanas muy difíciles para Oklahoma", ha asegurado este domingo Fallin, a la CBS. "Sin embargo", ha agregado, "ha sido una buena oportunidad para mostrar que Oklahoma es fuerte y la compasión de sus ciudadanos". "Estos nuevos tornados nos sorprendieron. Sabíamos que el tiempo iba a ser malo pero no tanto. Hemos vuelto a perder vidas y esperamos que el número de víctimas no aumente aunque sigue habiendo desparecidos y seguimos haciendo tareas de rescate a la vez que estamos limpiando los escombros", ha añadido.
Las tormentas inundaron las carreteras, este domingo llenas de escombros. Lo peor sucedió en plena hora punta y muchos coches y camiones quedaron volcados en la autopista I-40 -arteria principal que conecta los suburbios al este y al oeste- y varios conductores se quedaron varados en la I-35.
Todavía hay unos 48.000 personas sin suministro eléctrico, a pesar del esfuerzo de "Oklahoma Gas and Electric para restablecer la situación", han dicho las autoridades. "Las inundaciones están dificultando nuestro acceso para entrar y valorar los daños", ha dicho Kathleen O'Shea, portavoz de la compañía, a ABC News Radio. Algunos aviones también resultaron dañados. A pesar de la devastación, el aeropuerto funciona este domingo con normalidad.
"Las tormentas podrían haber sido mucho peor. Los tornados no llegaron con la misma fuerza que el pasado 20 de mayo, hemos sido bastante afortunados", aseguró este sábado el alcalde de la ciudad, Mick Cornett, a la ABC. "Las muertes se han producido porque mucha gente intentó huir de las tormentas en sus coches y fue un error. Hay normas para protegerse que la gente tiene que seguir. Si te quedas en el coche, cualquier cosa puede pasar", añadió el alcalde.
Estas precipitaciones han ocurrido en plenas tareas de reconstrucción en Moore, localidad que sufrió un duro golpe tras el paso de un tornado que dejó 24 víctimas, más de 30.000 ciudadanos afectados y 1.200 casas completamente destruidas. "El impacto emocional de ese día sigue presente en nosotros y restaurar el aspecto físico de la ciudad nos va a llevar mucho tiempo. Y, a pesar de todo esto y el dolor -los funerales se siguen celebrando-, hemos tenido que volver a ver a la gente salir corriendo de sus casas con miedo", concluyó Cornett.
“Quién habría pensado que estaríamos aquí hablando de esto de nuevo, es irreal", dijo Tom Louden, comandante del Ejército de Salvación en rueda de prensa. "Aunque también es increíble lo que estamos observando de nuestros vecinos, la solidaridad, la compasión. En estos momentos, es cuando vemos lo mejor de lo que somos. La frase 'Oklahoma fuerte" es algo más que palabras", agregó Louden.
Las fuertes precipitaciones se han sucedido durante el fin de semana en toda la región central de Estados Unidos, donde otras tres personas perdieron la vida en Misuri. La zona, poco poblada, es conocida como Tornado Alley (la avenida de los tornados) y se llegan a registrar hasta 1.200 tornados de media al año.
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