El primer ministro provisional de Líbano, Najib Mikati, junto con varios ministros más, enfatizó hoy en diversas reuniones que el ejército continuará con la implementación de su plan de seguridad con el fin de restablecer la tranquilidad en la ciudad portuaria de Trípoli, en el norte del país.
"El ejército libanés no dudará en abrir fuego contra hombres armados involucrados en los enfrentamientos. El ejército responderá sin dudar a la fuente de los disparos sin importar de qué parte provengan", dijo Mikati tras una reunión presidida por él en Trípoli.
Desde mayo han ocurrido una serie de enfrentamientos en Trípoli entre el barrio sunita de Bab al-Tebbaneh, opositor de la administración siria, y el barrio alauita de Jabal Mohsen, que respalda a la administración de Bashar al-Assad. Los conflictos han provocado la muerte de 37 personas y han dejado heridas a más de 224, incluyendo a 10 soldados.
Por su parte, el ministro de Defensa, Fayez Ghosn, advirtió que el país entero está en peligro.
"La situación en el norte ha alcanzado niveles peligrosos después de que la seguridad se convirtió en rehén de quienes manipulan la seguridad y la vida de las personas y atacan al ejército libanés", dijo Ghosn, quien agregó que "si las cosas continúan de esta manera, llevarán al país entero a una gran y grave crisis de la cual será imposible salir fácilmente".
El ministro dijo que el ejército continuará con sus medidas de seguridad y cumplirá con su deber nacional de proteger a los ciudadanos "sin importar a cuál comunidad o región pertenezcan".
Además, el ministro del Interior, Marwan Charbel, dijo que el ejército concluirá su despliegue total en la ciudad en un lapso de 48 horas.
Después de reunirse con funcionarios locales de la conflictiva ciudad norteña, Charbel que el ejército ha estado implementando un plan de seguridad desde el miércoles y reveló que las fuerzas de seguridad realizarán patrullajes y establecerán puestos de control en Trípoli.
La actividad de los francotiradores se reanudó hoy en Trípoli luego de que el ejército emprendió una serie de incursiones con el fin de capturar a los delincuentes, durante las cuales incautaron varias armas de un depósito en un mercado de trigo.
Según un comunicado emitido por el ejército, las armas incluían varios explosivos, morteros de fabricación local, rifles, municiones y otros equipos militares.
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