Un centenar de efectivos de la Marina brasileña participaron hoy en un simulacro de operaciones de seguridad como preparación con miras a la Copa Confederaciones de fútbol y la visita del Papa Francisco dentro de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), eventos previstos para Río de Janeiro en los próximos meses.
Entre las acciones destacaron la toma de un edificio para rescatar a un rehén, un control de tráfico en busca de drogas y explosivos o una acción antidisturbios, como parte de los entrenamientos para una eventual congregación de manifestantes.
El simulacro tuvo lugar en la sede de la Marina en Isla del Gobernador, en la zona norte de Río de Janeiro, y se utilizaron los materiales que se usarán en caso de ser necesario, como munición de goma, bombas de humo o espray de pimienta.
La Marina de Brasil se encargará de la seguridad del área marítima de Río de Janeiro con sus barcos y lanchas durante la próxima Copa Confederaciones, que se disputará del 15 al 30 de junio, y la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que reunirá en la última semana de julio a millones de peregrinos en la ciudad e incluirá la visita del Papa Francisco.
El cuerpo de fusileros navales también trabajará en tierra y los equipos de Operaciones Especiales participarán en acciones como el control de disturbios o el rescate de rehenes.
En los "macroeventos" que acogerá Brasil, los soldados estarán acompañados durante su trabajo por perros adiestrados para detectar drogas o explosivos, así como para inmovilizar a sospechosos.