El Museo de la Biodiversidad (o Biomuseo) en Panamá, del afamado arquitecto canadiense Frank Gehry, podría abrir sus puertas en enero de 2014, según dijo hoy una de las promotoras de esta obra que se construye en el sector de Amador de la capital del país centroamericano frente a la salida del Canal al Pacífico.
Pilar Arosemena, presidenta de la junta directiva de la Fundación Amador, confió en que para el próximo año esté listo el museo, que calificó de "resultado de una historia de amor", en alusión a que la segunda esposa de Gehry fue la panameña Berta Aguilera.
El Biomuseo es una muestra del amor de Gehry por su esposa y del deseo de dejarle un legado a Panamá y al mundo, indicó Arosemena.
"La idea de dejarle algo a su esposa, a través del Museo, se había empezado a cocinar en 1996 o en 1997", agregó.
Recordó que el proyecto se abordó en un encuentro que tuvieron familiares de Aguilera con Gehry en la inauguración del Museo de Guggenheim de Bilbao, una de sus célebres obras, y cuando éste tenía en mente otros proyectos en Israel y Los Angeles.
Destacó que fue todo un proceso el que se siguió en este caso, y que hubo un momento en que Gehry, de 84 años, fue contratado inclusive por el gobierno panameño para dar ideas sobre el uso de las áreas en las riberas del Canal de Panamá.
En esas áreas - entre ellas Amador- estuvieron acantonadas fuerzas militares estadounidenses, y que terminaron de pasar a fines de 1999 a manos panameñas, en cumplimiento de los Tratados Torrijos Carter de 1977. Arosemena, representante de la Fundación sin ánimo de lucro que tiene que ver con la conceptualización y ejecución del proyecto, recordó que Gehry puso condiciones para involucrarse con la propuesta, y para que el resultado fuera algo de valor.
Destacó que se realizaron en consecuencia varios simposios con científicos de la Universidad de Panamá y del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales, esta última organización que realiza investigaciones en Panamá desde hace más de 100 años. "Eso (el trabajo realizado) llevó al tema del Museo y que tiene que ver con que había dos continentes separados y que el Istmo fue subiendo por temas volcánicos y que se convirtió en el último eslabón que fue uniendo al sur con el Norte (de América)", dijo.
Aseguró que esta es una historia hermosa y sobre un efecto que impactó el resto del planeta.
Arosemena ve al Museo de la Biodiversidad como una nueva expresión de Gehry, que en esta ocasión ha coqueteado con colores, lo que había antes apenas insinuado, según la experta en el resto de su obra.
Agregó que el Museo se ubicó en el lugar que deseaba el arquitecto, y con el interés de que reflejara lo que lleva adentro de sus instalaciones
"Recurrimos a la ciencia, el arte y la tecnología para contar la historia, y que el diseñador Bruce Mau concibió en su interior -del Biomuseo- con objetos de asombro", dijo la presidenta de la Fundación.
Destacó también que el Museo va a estar rodeado de un parque, y con un lugar para exposiciones itinerantes, entre otras facilidades.
Margot López, coordinadora de comunicaciones del Biomuseo, aseguró que el centro cultural va a permitir a los panameños descubrirse, y al hablar sobre una historia de Panamá que le pertenece al mundo.
"Trabajamos con la Autoridad de Turismo de Panamá (ATP) para maximizar el beneficio para Panamá (con el Biomuseo), y también para apoyar a las otras organizaciones no gubernamentales que apoyan la biodiversidad de Panamá", afirmó.