Los mandatarios de Venezuela, Nicolás Maduro, y de República Dominicana, Danilo Medina, llegaron hoy a Ecuador para asistir a la ceremonia de investidura del presidente Rafael Correa, reelecto para un tercer mandato que se extenderá hasta 2017. Ambos gobernantes arribaron a pocos minutos de que inicie el acto de juramentación en la Asamblea Nacional (Congreso), en Quito, donde se espera la asistencia de unos 3.000 invitados entre jefes de Estado y delegaciones extranjeras. Los dos gobernantes fueron recibidos en el aeropuerto "Mariscal Sucre" de la capital ecuatoriana por el canciller Ricardo Patiño. Esta mañana, también llegó a Quito, la vicepresidenta de Perú, Marisol Espinoza, quien asistirá al acto con la representación del presidente Ollanta Humala. En la terminal aérea se esperaba el arribo de los mandatarios de Colombia, Juan Manuel Santos, de Chile, Sebastián Piñera, y de Costa Rica, Laura Chinchilla, y otras delegaciones internacionales, informaron fuentes oficiales. La noche del jueves, llegaron a este país, los presidentes de Haití, Michel Martelly, y de Georgia, Mikheil Saakashvili, así como el primer vicepresidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel.
También llegaron el mandatario de Bolivia, Evo Morales, y de Honduras, Porfirio Lobo, así como el príncipe Felipe de Borbón, heredero de la corona española.
El acto de juramentación de Correa, quien fue reelegido con el 57 por ciento de votos en comicios celebrados el pasado 17 de febrero, iniciará a las 10:00, hora local, (15:00 GMT), en el Parlamento, donde se ha desplegado un estricto operativo de seguridad.
Una hora antes del evento, los invitados y delegaciones comenzaron a ingresar al Palacio Legislativo, al que llegará cinco minutos antes del acto el presidente Correa y su vicepresidente Jorge Glas. La presidenta del Parlamento, la oficialista Gabriela Rivadeneira, tomará el juramento a Correa, y luego colocará la banda presidencial, según el programa difundido por el gobierno. Además, firmará el Decreto que formaliza la posesión de las autoridades y se prevé luego que Correa pronuncie un discurso de unas tres horas.