China transformó el distrito autónomo tibetano de Yushu, epicentro de un mortal terremoto de 2010, de una división administrativa a nivel distrital en una ciudad, con el fin de impulsar el desarrollo del área.
La nueva Asamblea Popular de la ciudad de Yushu realizará su primera reunión en la que se nombrarán a los líderes del gobierno, dijo Wu Dejun, jefe recién elegido del Partido Comunista de China en la ciudad.
Ubicada a una altitud promedio de 4.493 metros, la nueva ciudad abarca 15.700 kilómetros cuadrados. Tiene una población de 120.000 habitantes, de los cuales alrededor de 93 por ciento son tibeanos.
La promoción administrativa muestra la preocupación y apoyo del gobiero central para el área subdesarrollada, que está habitada por una enorme población tibetana, agregó Wu.
Con la promoción, se espera que la ciudad reciba más apoyo financiero y político de los gobiernos de mayor nivel, aunque su área administrativa y población se mantengan sin cambio.
Localizada en la zona de meseta de la provincia de Qinghai, en el noroeste de China, Yushu fue afectada fuertemente hace tres años por un terremoto de 7,0 grados de magnitud que dejó 2.698 personas muertas y 270 desaparecidas, además de muchos poblados arrasados.
La reconstrucción, patrocinada por el gobierno central y por otras provincias, comenzó poco después del sismo. Tan sólo en el sector educativo, tres escuelas preparatorias, 13 primarias y 15 jardines de niños han sido reconstruidos.
Con todos los proyectos de reconstrucción que se espera estén terminados este año, una nueva ciudad está tomando forma.
"ES un gran avance para Yushu en apariencia en los últimos tres años, pero la operación y administración de la nueva ciudad es tambien un desafío para nosotros", agregó.
"Trabajaremos fuerte para hacer de la ciudad de Yushu un ejemplo de administración municipal, desarrollo ecoturístico y conservación cultural de las áreas tibetanas", mencionó.