El hermano de JFK podría haber robado su cerebro |
(El Pueblo en Línea) 21/10/2013-A 50 años del asesinato del presidente estadounidense John Fitzgerald Kennedy, perpetrado en Dallas el 22 de noviembre de 1963, aún están rodeadas de misterio las circunstancias en torno a dónde acabó su cerebro: la única certeza es que no está enterrado junto al resto del cuerpo.
Un libro que está por salir en estos días relanza la hipótesis de que quien ocultó lo que quedaba de su materia cerebral, tras los terribles disparos que lo alcanzaron a la cabeza, fue su hermano Robert.
Su intención habría sido evitar que se conociese la rara enfermedad que sufría JFK: el mal de Schmidt, que afecta al sistema endocrino con un cuadro clínico caracterizado por cansancio, debilidad extrema y pérdida de peso.
En "End of Days: The Assassination of John F. Kennedy", que llega a las librerías el 12 de noviembre, Jameson Swanson desmonta la teoría de quienes creen que el cerebro de Kennedy fue ocultado por alguien que quería esconder una verdad sobre su muerte distinta de la oficial.
Durante la autopsia efectuada en el Bethesda Naval Hospital, el cerebro fue colocado en un contenedor de acero inoxidable. Durante un período el contenedor fue conservado en un armario en las oficinas del servicio secreto, el cuerpo de agentes que se ocupa de la seguridad del presidente. Más tarde fue guardado en una caja junto a otros restos médicos en el Archivo Nacional, en una habitación de máxima seguridad a la que tenían acceso muy pocas personas, entre ellas la fiel secretaria de JFK, Evelyn Lincoln. "En octubre de 1966 se descubrió que el cerebro, junto a otros cristales con tejidos del presidente y otro material de la autopsia, habían desaparecido", escribió Swanson. Y nunca más se encontraron.