La Oficina de Información del Consejo de Estado, el gabinete chino, publicó hoy martes un libro blanco sobre la región autónoma del Tíbet, en el suroeste del país, presentando detalladamente el desarrollo general y el rápido progreso obtenidos en los últimos más de 60 años.
El libro blanco, titulado "Desarrollo y Progreso del Tíbet", califica la región en los años anteriores a la década del 50 del siglo pasado de oscura y atrasada, al estilo de la Europa de la edad media, y apunta en el prólogo que se trataba de una sociedad de servidumbre feudal bajo un régimen teocrático caracterizada por la combinación de los poderes político y religioso.
Después de varias etapas históricas clave, entre ellas la liberación pacífica, la reforma democrática, el establecimiento de la región autónoma y el proceso de reforma y apertura, el pueblo tibetano no sólo ha obtenido la libertad, la igualdad y la dignidad, sino que también disfruta de los frutos de la civilización moderna.
El libro blanco, de seis capítulos, explica el desarrollo del Tíbet en las últimas seis décadas en los terrenos de la economía, el nivel de vida del pueblo, los sistemas políticos, la preservación cultural, la libertad religiosa y la protección medioambiental.
Los datos ofrecidos por el libro blanco muestran que los ingresos netos per cápita de los campesinos y ganaderos de la región autónoma han mantenido un crecimiento de dobles dígitos durante 10 años consecutivos hasta llegar a 5.719 yuanes (944 dólares) en 2012. Los ingresos disponibles per cápita de los residentes urbanos se situaron en 18.028 yuanes.
Al mismo tiempo, el producto regional bruto del Tíbet experimentó un incremento drástico, de 129 millones de yuanes en 1951 a 70.100 millones en 2012, con un crecimiento medio anual del 8,5 por ciento.
Ente 1952 y 2012, el gobierno central asignó 454.340 millones de yuanes en forma de subsidios financieros al Tíbet, cifra que representó el 96 por ciento de los gastos fiscales acumulados del gobierno local desde su fundación.
Además, bajo un programa de apoyo de "acoplamiento" lanzado por el gobierno central en 1994, varias provincias, municipalidades, departamentos gubernamentales y empresas estatales han proporcionado apoyo financiero y tecnológico, así como de personal y materiales al Tíbet.
Por otro lado, el gobierno chino concede gran importancia a la protección del idioma tibetano y a asegurar las actividades religiosas locales.
A finales de 2012, 282.914 alumnos de primaria y 177.981 de secundaria recibieron una educación bilingüe, con el tibetano como la lengua principal, lo que supone el 96,88 y el 90,63 por ciento, respectivamente, del número total en la región.
"Las tradicionales actividades religiosas, entre ellas, la enseñanza y el debate de las escrituras, la promoción de grados, la iniciación en la vida monacal, abhisheka (ceremonia de atribución de poder) y la autocultivación, se celebran de manera regular", dice el documento.
Hasta la fecha, se ha confirmado a más de 40 budas vivientes encarnados a través de rituales religiosos tradicionales y convenciones históricas.