La cultura tibetana se ha preservado y desarrollado bien, y se ha respetado y protegido la libertad de culto religioso, según un libro blanco publicado hoy martes.
El estudio y uso de la lengua y la escritura tibetanas están protegidos por la ley en China, y la educación bilingüe, con el tibetano como principal idioma, está ampliamente extendida en el Tíbet, de acuerdo con el documento titulado "Desarrollo y progreso del Tíbet", divulgado por la Oficina de Información del Consejo de Estado, el gabinete de China.
A finales de 2012 existían 282.914 alumnos de educación primaria y 177.981 de secundaria recibiendo una educación bilingüe, lo que supone el 96,88 por ciento y el 90,63 por ciento, respectivamente, del total en el Tíbet, dice el documento.
En la actualidad, hay 23.085 profesores bilingües y 3.700 profesores de lengua tibetana en escuelas a diferentes niveles, de acuerdo con el libro blanco, que añade que el tibetano se utiliza también ampliamente en la vida política.
"El uso del tibetano se está volviendo cada vez más basado en la tecnología informática. La programación con código que utiliza caracteres tibetanos cumple la normativa nacional e internacional. A través de internet, teléfonos móviles y otros medios, los tibetanos pueden leer, escuchar y ver noticias nacionales e internacionales y disfrutar de todo tipo de información, lo que se ha convertido en una parte de su vida diaria", destaca.
Mientras tanto, el gobierno local ha hecho del desarrollo de la medicina tradicional tibetana una parte esencial de su estrategia de asistencia sanitaria. Los lugares de patrimonio cultural e histórico se han preservado de forma efectiva en el Tíbet, y la libertad religiosa se ha respetado y protegido, asegura el documento.
"El Estado respeta y protege su libertad de asistir de manera normal a servicios religiosos, realizar sacrificios rituales, y tomar parte en importantes actividades religiosas y festivales tradicionales", según el libro blanco.
A día de hoy, el Tíbet cuenta con 1.787 lugares para diferentes actividades religiosas, más de 46.000 monjes y monjas residentes y 358 budas vivientes, dice el estudio, agregando que la mayoría de la población del Tíbet profesa la fé del busidmo tibetano.
"Las actividades religiosas tradicionales tales como el aprendizaje y discusión de las escrituras, la promoción de grados, la iniciación en la vida monacal, la abhisheka (ceremonia de atribución de poder) y el autoacultivación se celebran de manera regular", afirma.
Hasta el momento, se ha confirmado la existencia de más de 40 budas vivientes reencarnados a través de rituales religiosos tradicionales y convenciones históricas.
En cuanto a la administración religiosa, el libro blanco señala que el Estado sostiene la política de separar la religión del gobierno, y "prohibe que la religión intervenga en la administración del país, el sistema judicial y la educación y no permite que ningún individuo u organización utilice la religión para actividades ilegales".