El diálogo nacional de Túnez, originalmente planeado para comenzar el miércoles, fue aplazado para el viernes debido a que el primer ministro tuvo que participar en reuniones de seguridad de alto nivel, informó hoy la oficina del primer ministro.
Por otra parte, el Frente Popular, una coalición opositora de izquierda, también anunció su retirada temporal del diálogo nacional hasta que el primer ministro Ali Laarayedh confirme que su gobierno renunciará en tres semanas.
"El gobierno no se apega ni a los términos del mapa de ruta ni a su línea temporal", se indicó en una declaración emitida por el Frente Popular.
La coalición opositora también criticó el discurso del miércoles de Laarayedh en el que el primer ministro dijo que su gobierno renunciará sólo después de concluir la constitución, la junta electoral y la ley electoral.
El partido de izquierda dijo que el discurso confirma el rechazo del gobierno al diálogo nacional e hizo un llamado a la gente para realice protestas pacíficas para forzar la renuncia del gobierno.
Una serie de protestas en contra del gobierno se registraron hoy en diferentes regiones de Túnez, incluyendo las gobernaciones costeras de Sousse y Nabeul. Maestros de secundaria también encabezaron una marcha en la gobernación de Manouba, en el oeste de Túnez.
El miércoles, dos ataques contra las fuerzas de seguridad en Sidi Bouzid y Bizerte dejaron siete muertos y varios heridos entre los elementos de la guardia nacional.
El agravamiento de la situación de seguridad y los crecientes ataques violentos parecen deshacer los avances logrados por el sindicato UGTT, el cual ha estado actuando como mediador político para poner fin a la prolongada crisis política desencadenada por el asesinato del político izquierdista Mohamed Brahmi.
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