El primer ministro interino de Líbano, Najib Mikati, declaró hoy que "varias medidas de seguridad serias y rápidas" se aplicarán en la ciudad portuaria norteña de Trípoli, donde han ocurrido violentos enfrentamientos entre grupos suníes y alawitas.
Después de una reunión de seguridad encabezada por el presidente libanés, Michel Suleiman, Mikati dijo que "no hay otra opción para Trípoli más que recurrir al Estado". Pidió a todos los involucrados adherirse y cooperar con las agencias de seguridad para restablecer la calma.
"Parece como si Trípoli ya no fuera parte del Estado. Sus residentes quieren sentirse parte del Estado y se oponen a la seguridad autónoma", dijo y subrayó que "la situación en Trípoli ya no puede continuar así".
Una persona murió hoy y otras ocho resultaron heridas en nuevos enfrentamientos y actividad de francotiradores en Trípoli, con lo que el número de muertos en cuatro días de enfrentamientos llega a tres y a decenas de heridos.
Los combates comenzaron el lunes por la mañana luego de que se transmitiera una entrevista con el presidente sirio Bashar al Assad por la televisión libanesa al Mayadeen.
Los habitantes suníes de Bab al Tabbaneh apoyan la rebelión en contra del régimen de Assad, mientras que Jabal Mohsen, un vecindario de mayoría alawita, apoya al presidente sirio.