Enviados de la ONU pidieron hoy avances en las negociaciones de paz entabladas entre el gobierno de la República Democrática del Congo y los rebeldes del M23 en un esfuerzo por detener los combates en la parte oriental del país rica en minerales.
Martin Kobler, representante especial del secretario general de la ONU Ban Ki-moon en la República Democrática del Congo, y Mary Robinson, enviada especial de Ban para la región de los Grandes Lagos, informaron al Consejo de Seguridad mediante una videoconferencia durante una reunión en la sede de la organización.
Las dos partes alcanzaron un consenso sobre ocho de los doce artículos del proyecto de acuerdo en discusión, dijo Robinson. Sin embargo, no pudieron llegar a acuerdos en torno a ciertos temas polémicos y difíciles que siguen siendo problemáticos durante las conversaciones, a saber, la amnistía, el desarme y la integración del M23.
Las negociaciones de paz entre el gobierno y los rebeldes del M23 se reanudaron el 10 de septiembre en Kampala, capital de Uganda. De acuerdo con la ONU, las conversaciones se realizan bajo los auspicios del presidente de la Conferencia Internacional para la Región de los Grandes Lagos (CIRGL) y presidente de Uganda, Yoweri Museveni, como mediador, así como de Crispus Kiyonga, ministro de Defensa de Uganda y facilitador.
Durante varios días de negociaciones desde el 17 de octubre, ambas partes fueron capaces de alcanzar acuerdos en los siguientes asuntos: la liberación de prisioneros; el fin del M23 como movimiento rebelde y la posibilidad de que se establezca como partido político; el regreso y reasentamiento de los refugiados y de los desplazados internos; y el regreso de las propiedades obtenidas con extorsiones y saqueadas durante la breve ocupación de Goma en noviembre de 2012 por parte del M23.
Robinson observó que las partes acordaron volver a reunirse "pronto" para superar sus diferencias.
El año pasado, los enfrentamientos continuaron de forma esporádica en el oriente de la República Democrática del Congo. Con la mediación de Uganda, las conversaciones entre el gobierno y los rebeldes se han estancado en repetidas ocasiones desde diciembre del año pasado. Los enfrentamientos han desplazado a más de 100.000 personas y han exacerbado la crisis humanitaria ahora en curso en la región, la cual incluye a 2,6 millones de desplazados internos y a otras 6,4 millones que necesitan alimentos y ayuda de emergencia.