La Casa Blanca anunció hoy que otros 14 países se han unido al llamado de Estados Unidos para ofrecer una respuesta internacional enérgica al presunto uso de armas químicas por parte de Siria el mes pasado.
Esto eleva a 24 el número total de países que apoyan al gobierno de Estados Unidos en su condena al presunto uso de armas químicas por parte del gobierno sirio el 21 de agosto en un suburbio de Damasco, el cual, según Estados Unidos, provocó la muerte de más de 1.400 personas.
Al margen de la cumbre del Grupo de los Veinte, G20, celebrada en San Petersburgo, Rusia, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y los líderes de otros 10 países emitieron el viernes pasado una declaración conjunta sobre Siria, en la que pidieron una respuesta internacional enérgica al uso de armas químicas por parte de Siria. Los países fueron Australia, Reino Unido, Canadá, Francia, Italia, Japón, República de Corea, Arabia Saudí, España y Turquía.
Los nuevos países en la lista que apoyan la postura de Estados Unidos en su manejo de la crisis siria son Albania, Croacia, Dinamarca, Estonia, Alemania, Honduras, Hungría, Kosovo, Letonia, Lituania, Marruecos, Qatar, Rumania y Emiratos Arabes Unidos.
"Damos la bienvenida a los países adicionales que expresaron su apoyo a esta declaración y a nuestros esfuerzos continuos encaminados a pedir cuentas al régimen de Assad y a aplicar las normas internacionales contra el uso de armas químicas", indicó la Casa Blanca.
En la declaración conjunta, los signatarios indican que la evidencia apunta con claridad a que el gobierno sirio es responsable del ataque del 21 de agosto como parte de su patrón de uso de armas químicas y prometen pedir cuentas a Damasco por la "grave violación a las normas y a la conciencia mundiales".
"Apoyamos los esfuerzos llevados a cabo por Estados Unidos y por otros países para reforzar la prohibición sobre el uso de armas químicas", señala la declaración, en la que se indica que la ONU está "paralizada" debido a que ya han transcurrido dos años y medio de la guerra civil en Siria.
Sin apoyar explícitamente la acción militar que Estados Unidos planea contra Siria, la declaración señala que el conflicto sirio no tiene solución militar y reafirma su "compromiso de buscar una solución política pacífica" mediante la plena implementación del comunicado de Ginebra de 2012 sobre la búsqueda de una solución pacífica a la crisis siria.