El jefe de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Anders Fogh Rasmussen, descartó hoy la posibilidad de que la organización participe en posibles ataques militares contra Siria, pero agregó que la comunidad internacional debe responder al supuesto uso de armas químicas en ese país.
"Aún no se ha tomado ninguna decisión sobre cómo debe reaccionar la comunidad internacional. Con respecto a la OTAN, no tengo pensado nigún papel adicional de la OTAN... Corresponde a naciones en particular decidir cómo reaccionar hacia lo ocurrido en Siria", afirmó en su conferencia de prensa mensual en Bruselas.
"Necesitamos una respuesta internacional firme para evitar que en el futuro tengan lugar ataques químicos. Si permanecemos de brazos cruzados y no reaccionamos... se enviaría una seal muy peligrosa", advirtió.
Rasmussen dijo que quedó convencido por "información concreta" de que el régimen sirio es responsable de los ataques químicos en un suburbio de Damasco el 21 de agosto. El gobierno sirio ha negado la acusación.
"Si una respuesta a lo que ha ocurrido en Siria fuera a ser una operación militar, tendría pensado una operación muy breve, mesurada y dirigida, y para ese tipo de operación militar breve, mesurada y a la medida no se necesitan el comando ni control de la OTAN", afirmó Rasmussen.
"No veo una solución militar sostenible de largo plazo a los conflictos en Siria. Creo fuertemente que se necesita una respuesta firme al uso de las armas químicas, pero sobre la solución de largo plazo... necesitamos un proceso político para resolver los problemas en Siria", afirmó.
El jefe de la OTAN dijo que la alianza continuará las consultas sobre Siria entre sus miembros y protegiendo a Turquía, integrante de la organización. Este año, la OTAN desplegó seis baterías de misiles Patriot en Turquía para defenderla de potenciales ataques de misiles de Siria.
"En caso de que Turquía sea atacada... definitivamente los aliados se reunirían y consultarían entre sí la forma de responder apropiadamente", afirmó Rasmussen.