La Central Sandinista de Trabajadores (CST) y el Frente Nacional de los Trabajadores (FNT) de Nicaragua, ambos de vertiente oficialista, cerraron hoy filas contra un eventual incremento del aporte económico de los trabajadores al Instituto Nicaraguense de Seguridad Social (INSS).
La semana pasada el asesor presidencial para asuntos económicos, Bayardo Arce, dijo en rueda de prensa que los empresarios y los trabajadores debían prepararse para un incremento en la tasa obrero-patronal del sistema de ahorro de pensiones del INSS.
Arce aseguró que el gobierno y los empresarios coincidieron en la necesidad de incrementar la tasa de aporte de los trabajadores y los empresarios, como mecanismo para darle sostenibilidad al INSS que atraviesa dificultades financieras.
El asesor presidencial dijo también que el gobierno se comprometió, durante un encuentro con la cúpula empresarial, a honrar una millonaria deuda gubernamental con el INSS por unos 600 millones de dólares.
Este lunes el secretario general de la CST, Roberto González, y su par del FNT, Gustavo Porras, rechazaron la posibilidad de un incremento del aporte laboral.
"Si hay incremento en la cotización al INSS con esta reforma, entonces que se suban los salarios", demandó González en rueda de prensa.
Porras, por su parte, se negó a aceptar un incremento a las cuotas a seguridad social que afecte la economía familiar.
Mencionó que por lo general los empresarios cargan su aporte al precio final de los servicios o mercancías producidas por los trabajadores, sin embargo señaló que los trabajadores no tienen de donde resarcirse por su aporte al INSS.
"El aporte empresarial es considerado en la Ley del INSS como una carga social que es deducible del impuesto sobre la renta (IR), el trabajador no goza de este mecanismo", recordó el secretario general del FNT.
Los aportes al INSS son compartidos por empleadores y por trabajadores.
Del salario mensual, los empleadores aportan 16 por ciento y los trabajadores 6,25 por ciento.