BOGOTA, 31 may (Xinhua) -- El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, consideró hoy "descabellada" la versión de su par Nicolás Maduro de que su gobierno "apoya" un plan desestabilizador contra Venezuela, por haber recibido al opositor Henrique Capriles, y llamó a su colega a resolver el "malentendido" civilizadamente.
"Es descabellado pensar, y por eso hablo de malos entendidos, porque es descabellado pensar que el gobierno colombiano esté enterado o, peor aún, que esté apoyando algún tipo de acción para desestabilizar al gobierno de Venezuela. Si nosotros somos los más perjudicados con cualquier problema que tenga Venezuela", expresó.
La víspera, el presidente Maduro acusó a Santos de "meterle una puñalada a Venezuela" por recibir el miércoles en la Casa de Nariño al derechista Capriles, quien no reconoce el triunfo del sucesor de Hugo Chávez en las elecciones de abril pasado.
"Dudo de la sinceridad del presidente (Juan Manuel) Santos, cuando le mete una puñalada a Venezuela por la espalda y se presta a lavarle la cara a la conspiración contra Venezuela. Lo digo con dolor", dijo Maduro en un acto transmitido por la televisión.
"Mientras trabajamos por la paz de aquí, de Venezuela, no podemos aceptar que se conspire desde Bogotá", agregó Maduro, quien expresó sus "dudas" de continuar como acompante en el diálogo de paz entre el gobierno de Santos y la guerrilla de las FARC.
Santos respondió este viernes a su par venezolano y consideró un "malentendido" el diferendo desatado tras haber recibido en privado a Capriles en la sede de su gobierno.
Afirmó que la crisis diplomática "debe resolverse civilizadamente".
"Cualquier malentendido lo podemos resolver civilizadamente, con prudencia, por las vías diplomáticas", instó Santos durante un acto en Palmita (Valle).
Ante las acusaciones de Maduro de haberle "metido una puñalada a Venezuela" al recibir al líder de la oposición de ese país y de conocer un plan adelantado desde Colombia para derrocar a su gobierno, Santos aseguró que esa versión no tiene sentido.
Recordó el proceso de restablecimiento de relaciones entre Colombia y Venezuela en 2010, cuando él subió a la presidencia y logró ponerse de acuerdo con el entonces presidente venezolano Hugo Chávez a pesar de sus diferencias ideológicas.
"Y eso sucedió desde ese momento hasta cuando desafortunadamente falleció el presidente Chávez (en marzo). Toda diferencia, todo problema, lo resolvimos por las vías diplomáticas (…) creemos que para el bien de Venezuela y para el bien de Colombia, cualquier malentendido lo podemos resolver civilizadamente, con prudencia", añadió.
Más temprano, Humberto de la Calle, jefe negociador del gobierno de Santos en los diálogos de paz que se llevan a cabo en La Habana, Cuba, con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), dijo que espera que Venezuela no abandone su papel como país facilitador del proceso tras la tensión diplomática.
De la Calle señaló que es preocupante el anuncio hecho por Maduro de reconsiderar si sigue acompañando el histórico proceso que pondría fin al conflicto armado en Colombia, por dudar de las buenas intenciones de Santos.
"Queremos seguir contando con Venezuela en la mesa de La Habana, el papel de ellos ha sido muy importante en la conducción de los diálogos y de verdad esperamos que no se interrumpa", dijo el funcionario.
Desde Caracas, Maduro pidió la víspera una rectificación a tiempo por parte del Santos luego de su encuentro con Capriles, mientras su gobierno analiza las relaciones binacionales y la participación de su país en el proceso de paz para Colombia.
En tanto y a su salida de Colombia, Capriles dijo que la reacción de Maduro por su visita a Santos demuestra el temor del oficialismo de que la voz de millones de venezolanos se escuche en otros países y añadió que es inaceptable que la paz de Colombia sea objeto de chantaje.
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