El congreso brasileño aprobó este miércoles un proyecto de ley que endurece las penas del narcotráfico y que contempla el internamiento forzoso de drogadictos, un punto polémico al que se oponen organizaciones de derechos humanos.
Según el proyecto, los drogadictos podrán ser internados en centros de rehabilitación con recomendación médica y a petición de sus familias o de agentes públicos, en el caso de que el drogadicto no tenga familiares.
El texto legislativo, que debe ser aprobado en el Senado, elevó también la condena para el delito de narcotráfico de cinco a ocho años de cárcel.
En Río de Janeiro y Sao Paulo, las dos principales ciudades del país, los gobiernos locales han impulsado planes que contemplan el internamiento forzoso de adictos al crack en centros de rehabilitación.