Al menos 20.310 personas que estaban encarceladas en 1.598 prisiones brasileñas se fugaron entre marzo de 2012 y febrero de 2013, informó hoy el Gobierno.
Los datos presentados en el informe "La visión del Ministerio Público sobre el sistema de prisiones brasileño" fueron divulgados por el Consejo Nacional del Ministerio Público, tras examinar las 1.598 prisiones brasileñas, en las que hay 448.969 detenidos, que representan el 81 por ciento de la población carcelaria del país, que es de unas 548.000 personas.
Entre las 20.310 fugas o evasiones, que es cuando el detenido no vuelve, 3.734 presos fueron recapturados y 7.264 acabaron regresando expontáneamente en el mismo período analizado de un año.
Además, entre marzo de 2012 y febrero de 2013 se registraron 121 rebeliones en las prisiones brasileñas, en las que en 23 se tomaron rehenes.
El informe destacó que la sobrepoblación en las cárceles brasileñas es una realidad en todo el país, tanto en las prisiones para hombres como para mujeres.
De los establecimientos penales, el 79 por ciento no separan presos provisionales de los definitivos, y el 67 por ciento no separan los que cumplen penas en régimenes provisionales diferentes (semiabierto y cerrado).
El 82 por ciento de las prisiones brasileñas no separa a los presos de la misma facción criminal, y se confiscaron drogas en el 40 por ciento de las cárceles en las que se hizo el estudio.
Sobre la calidad de vida de los detenidos, casi la mitad de las prisiones no tienen camas para todos los prisioneros y dos tercios de los presidios no tienen agua caliente.