Fuente: China Daily
Sydney, 17/06/2013(El Pueblo en Línea)-El pintor tibetano Nyima Tsering disfruta diciendo a los reporteros que le pregunten lo que quieran sobre el Tíbet.
“Estoy dispuesto a compartir mis respuestas no importa lo duras que parezcan ser las preguntas”, dice Nyima Tsering durante la gira de sus pinturas en Australia.
La cultura es un proceso de evolución constante y el compromiso con otras culturas, y no hay esperanza para cualquier cultura del mundo que se quede atrapada en el pasado o se encierre al mundo exterior, dijo a periodistas en Sydney.
“Puedo entender que algunas personas valoren más el sabor primitivo de la meseta Qinghai-Tíbet, pero la vitalidad de la cultura tibetana depende más de su crecimiento, y todo el mundo también está en desarrollo”, agregó.
Nyima Tsering dice que muchas personas de la etnia han se encuentran ahora en el Tíbet, y muchos tibetanos, incluyendo artistas como él, trabajan o crean arte en Pekín y otras ciudades.
Nyima Tsering hizo hincapié en que los problemas que enfrenta la cultura tibetana hoy en día son un reflejo de la urbanización y la globalización de China.
“De los 56 grupos étnicos de China, los tibetanos y los naxi en realidad han mantenido mejor su identidad cultural y artes distintivas. Muchas formas de arte de la etnia han se enfrentan a una pérdida de audiencia, y hay muchos pueblos nómadas poderosos cuya cultura desapareció en la historia china”, explica.
Después de crecer en el condado de Dege en la Prefectura Autónoma Tibetana de Garze en la provincia de Sichuan, Nyima Tsering estudió pintura en la Academia de Bellas Artes de Sichuan en 1958 y regresó a su ciudad natal en 1962 después de graduarse.
Lamaserías, artistas populares, murales y pinturas thangka enriquecieron las obras de Nyima Tsering que han sido exhibidas en muchos países.
También expuso en Nueva Delhi, India, donde los tibetanos que viven en la India se mostraron impresionados por la autenticidad de sus pinturas. Nyima Tsering cree que él puede explorar y proteger mejor la cultura tibetana en China.
“Grandes cambios han ocurrido en las áreas tibetanas”, le dice al público extranjero. Él insiste en llevar un sombrero típico tibetano al encontrarse con los fotógrafos, diciendo que es una parte importante de su exclusividad cultural. Pero se muestra bastante tolerante al hablar de la popularidad de la ropa occidental entre los jóvenes tibetanos.
Nyima Tsering está contento de que la pintura tibetana haya pasado de ser un arte puramente religioso y restringido a los monasterios budistas a ser un género más amplio que refleja la vida de la gente común desde la década de 1990.
“El budismo tibetano valora altamente la vida y sostiene que todo ser vivo es igual y en mis pinturas también trato de presentar que las montañas también experimentan el ciclo de la vida”, dice.
“Tenemos que sacar fuerzas de los elementos culturales tibetanos tradicionales, tales como colores, formas y estilos estéticos, para que se conviertan en una especie de lenguaje artístico que pueda ser apreciado mejor por el público internacional”, dijo Nyima Tsering.