La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, afirmó hoy que la subasta realizada por la explotación del petróleo en la zona del presal, la primera que realiza el país en la zona, donde se calcula que hay grandes reservas de hidrocarburos, "es muy diferente de una privatización".
"Por los resultados de la subasta, el 85 por ciento de toda la renta que va a ser producida en el campo de Libra pertenecerá al Estado brasileño y a Petrobas. Eso es muy diferente a la privatización", aseguró la mandataria en un mensaje difundido por televisión y radio para valorar el resultado de la subasta.
Según Rousseff, el consorcio ganador, formado por Petrobras (40 por ciento), la francesa Total (20 por ciento), la anglo-holandesa Shell (20 por ciento), las chinas China National Corporation (10 por ciento) y China National Offshore Oil Corporation (10 por ciento) supone un "equilibrio justo" entre los intereses del estado brasileño, los beneficios de Petrobas y los de las grandes empresas extranjeras.
"Las empresas privadas aliadas también serán beneficiadas, ya que, al producir esa riqueza van a obtener beneficios significativos, compatibles con el riesgo asumido con las inversiones que están realizando en el país. No podía ser diferente", explicó Rousseff.
La mandataria quiso negar que la subasta del campo de Libra, el mayor pozo de hidrocarburos descubierto en Brasil, sea una privatización, en respuesta a la huelga del sector petrolero del país iniciada la semana pasada y a los inicidentes esta mañana cerca del hotel donde se realizó el evento de personas contrarias a la subasta, al considerarla que se privatizava el petróleo.
Para justificar los beneficios que las empresas del consorcio obtendrán, la presidenta de Brasil citó los empleos y la renta que crearán. "Brasil es, y continuará siendo, un país abierto a las inversiones, nacionales o extranjeras, que respeta los contratos y que preserva su sobiranía. Por todo eso, la subasta del campo de Libra representa un marco en la historia de Brasil", justificó.
"Estamos transformando el presal en un pasaporte futuro para una sociedad más justa y con mejor distribución de renta", añadió Rousseff, para quien "bastaría una aplicación correcta de estos recursos para que (el campo de) Libra produzca, en los próximos años, una pequeña revolución, benéfica, transformadora, en nuestro país".
Rousseff elogió el nuevo sistema de reparto de la riqueza del petróleo aprobado recientemente por el petróleo, que debe llevar más dinero a la educación y la sanidad del país.
Situado a unos 170 kilómetros de la costa de Río de Janeiro (sureste de Brasil), el campo de Libra tiene unos 1.500 kilómetros cuadrados y las reservas de crudo se encuentran a unos 5.000 metros de profundidad, bajo una extensa capa de sal. Se calcula que las reservas en la zona son de entre 8.000 y 12.000 millones de barriles de crudo y que la producción estimada llegue a los 1,4 millones de barriles diarios, que duplicarían la actual producción del país.
Según la ANP, para extraer petróleo del campo de Libra se necesitarán inversiones de unos 100.000 millones de reales (46.000 millones de dólares) y entre 12 y 18 plataformas de gran tamaño y cerca de un centenar de barcos de apoyo y transporte del crudo.
La agencia estatal calcula que la extracción de petróleo permita al Gobierno brasileño recaudar en el tiempo de contrato 300.000 millones de reales (138.250 millones de dólares) en regalías y 600.000 millones de reales (276.500 millones de dólares) con el petróleo cedido.
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