Rusia está haciendo todos los esfuerzos para impedir que el conflicto de Siria se convierta en una explosión regional de gran escala, dijo hoy el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Sergei Lavrov.
"La profundización de la crisis en Siria amenaza con ocasionar graves problemas de escala regional. Comprendemos eso y tratamos de evitar una explosión en el Medio Oriente", dijo Lavrov en una entrevista publicada en el sitio de internet del ministerio.
La tarea principal de Moscú en la actualidad es llevar al gobierno y a la oposición sirios a la mesa de negociación con el fin de empezar el proceso político sirio, indicó.
"Hemos trabajado con Damasco completamente. Como resultado, el gobierno sirio acordó participar en la conferencia y creó un equipo de negociación", indicó Lavrov.
Pero con la oposición, las cosas fueron mucho más complicadas, agregó, al referirse a la falta de un programa positivo y de desacuerdos dentro de la oposición misma.
Lavrov indicó que la conferencia Ginebra Dos debe contar con la participación de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, de la Unión Europea, de la Liga Arabe, de los países vecinos de Siria, de Irán y de Arabia Saudita.
El canciller denunció que acciones de los potenciales participantes en la conferencia obstaculizan los preparativos del encuentro.
Además, mencionó la "interpretación distorsionada" del comunicado de Ginebra, la adopción de resoluciones parciales a favor de la oposición y de las intenciones de armar a los rebeldes, de establecer "corredores humanitarios" y de imponer una zona de exclusión aérea sobre Siria.
Esas acciones son similares a la acción de los extremistas, afirmó.
"Es necesario detener la violencia en Siria y dar a la paz una oportunidad en ese país", dijo Lavrov, de otra forma el conflicto de 27 meses de duración podría propagarse a los países vecinos, advirtió.