(SPANISH.CHINA.ORG.CN)- Pedro y Onil Castro, son los nombres de los dos hermanos de Ariel, el hombre que mantuvo cautivas a tres mujeres durante más de 10 años en el interior de su hogar en Cleveland, Ohio (EUA). En una entrevista concedida a CNN, aseguraron sentirse "perseguidos y atormentados" por su relación familiar con el secuestrador. El lunes pasado, los tres hermanos fueron detenidos en relación al cautiverio de las chicas, aunque tras dos días, Pedro y Onil fueron puestos en libertad sin cargos, pues el fiscal concluyó que no había pruebas concluyentes de que conocieran del escabroso secreto de Ariel.
La entrevista será transmitida el lunes en los Estados Unidos. Pedro afirmó desconocer que su hermano mantenía secuestradas a las mujeres, explicando que “Si hubiera sospechado algo se lo hubiera comunicado a la policía, eso es lo correcto”. Se convirtieron en objeto de ataques y amenazas pues, tras su detención, sus imágenes le dieron la vuelta al mundo.
El domicilio en el que habitan, junto con su madre Liliana Rodríguez de 71 años, fue atacado con piedras. Los Castro han sido trasladados a otro lugar y la policía los custodia, a fin de prevenir cualquier represalia por parte de la comunidad. Ambos hermanos se muestran angustiados de que sus vecinos nunca dejen de pensar que ambos estuvieron relacionados con los años de cautiverio y vejaciones a las que Ariel sometió a Michelle Knight, Amanda Berry y Gina DeJesus, las víctimas.
“La gente que me conoce sabe que Onil Castro no es esa persona y no tuvo nada que ver con eso. Que jamás se le ocurriría pensar en algo semejante”, asegura Onil, de 50 años. Quisieron dejar en claro que ellos no tienen relación con las atrocidades de su hermano.
Desde su comparecencia ante el juez el pasado miércoles, la apariencia de los hermanos ha cambiado drásticamente y su aspecto es completamente distinto, con el pelo alborotado y el rostro demacrado.
Pedro y Onil bebían mucho, según María Castro Montes, una prima quien no tenía mucha relación con ellos, pero que veía más a Ariel y está convencida de que no pudo haberlos hecho partícipes del secuestro porque estaban la mayor parte del tiempo borrachos. ¿Cómo iba a arriesgarse a que se fueran de la lengua mientras estaba en un bar?”, señaló.
Aurora Martí, la mujer de 77 años quien se percató de los gritos de Berry, señaló que Onil no iba mucho por casa de Ariel, pero que Pedro en cambio “estaba casi todos los días por la casa y la calle”. Hace un año, cuando la policía levantó un solar vecino en busca de los restos de Berry, siguiendo una pista falsa ofrecida por un recluso, una televisión local entrevistó a Pedro quien, sentado en el porche de su casa se mostró muy crítico con la situación. “Están gastando el dinero de los contribuyentes”, decía.
Liliana Rodríguez, la madre de los Castro, quien también recibe protección policial se encuentra devastada y aseguró que su hijo Ariel “estaba enfermo”.
Por su parte, Ariel Castro se encuentra en una celda en régimen de aislamiento en una cárcel del condado de Cuyahoga. El fiscal busca pedir la pena de muerte para él.