La Justicia brasileña ordenó la suspensión "inmediata" de las obras de construcción de la hidroeléctrica Belo Monte, en plena Amazonía, al considerar que afectan "negativamente" a las comunidades indígenas de la zona, informaron hoy fuentes judiciales.
La decisión de la paralización de las obras la dictaminó el Tribunal Federal de la Primera Región (TRF-1) de Brasilia, aceptando una petición del Ministerio Público Federal.
"Tales impactos (de la obra) ya se reflejan negativamente en las comunidades afectadas, sea por la tensión social provocada, en el aumento del flujo migratorio y en la disminución de la calidad de los recursos naturales que necesitan para su subsistencia, imponiéndose la concesión de la tutela cautelar inhibitoria reclamada por el Ministerio Público Federal", según el juez Antonio de Souza Prudente.
La decisión, dictaminada el sábado pero que sólo hoy se dio a conocer, deja "sin eficacia" la licencia de instalación de la hidroeléctrica y la autorización de retirada de la vegetación.
Desde el inicio de las obras, en marzo de 2011, la represa de Belo Monte ha estado envuelta en numerosos conflictos, ante el rechazo que provoca su instalación entre los indígenas de la zona, pescadores y ecologistas, ante los efectos negativos que tendrá en la zona la instalación de la central hidroeléctrica.
Las instalaciones se están construyendo en el municipio de Altamira (estado de Pará, norte de Brasil) y deben generar una media de 4.571 megavatios por hora, con un tope de 11.233 megavatios en las épocas de máxima crecida del río Xingú y su construcción tendrá un coste de unos 10.600 millones de dólares, según el Gobierno. La central debe ser la tercera del mundo cuando esté en funcionamiento.
La sentencia del juez determina que, en el caso de incumplir la decisión, la empresa responsible de las obras, Norte Energía, deberá pagar una multa diaria de 500.000 reales (unos 228.000 dólares).
La sentencia también ordena al estatal Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), el banco de fomento del Goboerno brasileño, que se "abstenga" de realizar cualquier contrato con la hidroeléctrica hasta que sean cumplidas las exigencias ambientales.