El Gobierno brasileño, mediante su vicepresidente, Michel Temer, calificó hoy como "muy indeseable" el caso de espionaje energético realizado por Estados Unidos y Canadá a Brasil y defendió una intervención efectiva de las organizaciones internacionales.
"Este espionaje no es algo deseable. Por el contrario, es muy indeseable. Brasil ya dio una palabra sobre este tema y esperamos que las organizaciones internacionales se ocupen de este asunto con la seriedad que se merece", aseguró Temer desde Lisboa, donde asistió a la presentación de un libro conmemorativo del año de Portugal en Brasil y el año de Brasil en Portugal, informaron medios locales.
Acompañado del viceprimer ministro de Portugal, Paulo Portas, Temer recordó el discurso de la presidenta Dilma Rousseff en las Naciones Unidas (ONU) en la apertura de la 68ª Asamblea General, en el que criticó a los casos de espionaje internacional.
Para el vicepresidente de Brasil, fue "sorprendente" ver Canadá involucrado en el espionaje, revelado este domingo por una televisión nacional que tuvo acceso a los documentos del exanalista de la CIA Edward Snowden, que confirman un espionaje organizado entre Estados Unidos y Canadá sobre las comunicaciones del Ministerio de Minas y Energía de Brasil.
"Brasil, Estados Unidos y Canadá siempre han tenido una buena relación. Resta apenas limar pequeños problemas para que no haya problemas en esta relación", explicó Temer.
Según denunció la televisón Globo, la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) estadounidense colaboró con el Centro de Seguridad de las Telecomunicaciones de Canadá para obtener datos de las llamadas telefónicas y del flujo de correos electrónicos del Ministerio de Minas y Energía de Brasil.
Ese despacho tiene carácter estratégico y regula las concesiones de yacimientos petroleros o minerales, así como las obras de las grandes hidroeléctricas, y gestiona todo el sistema eléctrico del país. Debido a ello, el Gobierno brasileño convocó este lunes a consulta al embajador canadiense, para expresarle su indignación y repudio por el caso.
Los casos de espionaje estadounidense en Brasil aparecieron en julio, cuando el diario O' Globo reveló que la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) estadounidense espió a personas y empresas del país, algo que denunció Snowden.
Posteriormente, se descubrió que entre los espiados, estaba la presidenta Dilma Rousseff así como la petrolera estatal Petrobras. El gobierno brasileño pidió unas disculpas oficiales al estadounidense y mostró su molestar por el caso, aunque no hubo ningún comunicado oficial desde Estados Unidos.
Debido a ello, la presidenta Dilma Rousseff canceló el viaje oficial que tenía previsto hacer este mes de octubre a Estados Unidos.