La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, agradeció hoy a los médicos procedentes de otros países llegados a Brasil a través del programa gubernamental Más Médicos, con el fin de cubrir las vacantes en los puestos de salud que hay en las zonas más remotas y pobres del país.
"Agradezco a aquellos que vinieron a Brasil sin su familia y que demostraron un inmenso cariño por el pueblo brasileño. Ellos vinieron a ayudarnos. Este país les estará eternamente agradecido", afirmó Rousseff justo el día en el que sancionó el proyecto de ley que reglamenta la contratación de médicos extranjeros.
La polémica ley permite desde hoy que el Ministerio de Salud autorice a los médicos extranjeros a ejercer la medicina en el país, algo a lo que se oponen el Consejo Federal de Medicina (el colegio que reglamenta la profesión) y varias entidades y colectivos de médicos.
La mandataria brasileña se mostró convencida de que el programa servirá para mejorar las presetaciones de la salud pública en el país. "Más médicos en los puestos públicos significará menos enfermedades. Y esa es una ecuación básica fundamental. El programa Más Médicos cambiará el escenario de la distribución de acceso a la salud en Brasil", muy desigual según la zona, explicó.
Al acto, celebrado en el palacio de Planalto, acudieron centenares de médicos extranjeros que forman parte del programa, entre ellos varios latinoamericanos que consideró "el centro del programa".
"Es la más perfecta y más completa demostración de la integración de América Latina", sostuvo Rousseff, quien asegurí que hasta abril de 2014, pretende contar con 13.000 médicos inscritos en el programa para "garantizar" que unos "46 millones de brasileños tengan atención médica de calidad en cientos de municipios", afirmó.
Según el ministerio de salud, desde la llegada de los primeros médicos extranjeros, en agosto, ya se realizaron unas 320.000 consultas.