Gu Chunfang, una mujer de negocios china, fue condenada a pena de muerte con suspensión de dos años por un fraude financiero de alrededor de 1.700 millones de yuanes (280 millones de dólares) en la provincia oriental china de Jiangsu.
El Tribunal Popular Intermedio de Suzhou también confiscó todos los activos personales de Gu, representante legal de una compañía comercial en la ciudad de Suzhou.
Entre 2008 y marzo de 2012, Gu, que cargaba con unas grandes deudas personales, recaudó ilegalmente un total de 1.700 millones de yuanes procedentes de préstamos de los ciudadanos con la promesa de unos altos intereses. Gu no pudo devolver 459 millones de yuanes cuando fue investigada, de acuerdo con la corte.
Entre agosto y octubre de 2011, Gu falsificó informaciones sobre su negocio de comercio de carbón para pedir préstamos por un total de 40 millones de yuanes a una pequeña firma rural y otras unidades. Gu no pudo devolver 39 millones de yuanes, informó el tribunal.
Gu desapareció en marzo de 2012, pero fue detenida por la policía en Shanghai a finales del mismo mes.