Once policías, entre oficiales y suboficiales, fueron suspendidos tras la fuga en la víspera de cinco reos considerados de alta peligrosidad de un centro penitenciario en la capital peruana, informó hoy jueves el Ministerio del Interior (Mininter).
Los uniformados sancionados integran el mando policial de la Dirección de Seguridad de Penales de la Policía Nacional del Perú (PNP) y el personal a cargo de la custodia de los detenidos, a los que en forma paralela se les inició una investigación para deslindar responsabilidad.
El miércoles en horas de la tarde, cinco delincuentes de alta peligrosidad se evadieron, vistiendo ternos, de la carceleta judicial ubicada en la parte posterior del penal de Lurigancho del distrito de San Juan de Lurigancho, a poca distancia del centro Histórico de Lima.
Entre los fugados están el autor confeso del asesinato a mansalva del reportero gráfico Luis Choy, ocurrido en febrero pasado, Johnathan Sepúlveda o Lindomar Hernández, de nacionalidad colombiana o dominicana, y dos cómplices, el integrante de una banda de asaltantes y un procesado por tráfico ilícito de drogas (TID).
De acuerdo a las primeras informaciones, los evadidos, que llevaban grilletes en las muñecas, al igual que otros 215 internos, habían sido conducidos desde distintos centros carcelarios al de Lurigancho y estaban en espera del inicio de sus respectivos procesos judiciales.
Unos 30 o 40 minutos después de su llegada, alrededor de las 14:00, hora local, (19:00 GMT), los cinco sujetos, presuntamente coludidos con autoridades o en un descuido, salieron con dirección al área administrativa del centro de confinamiento.
De inmediato, forzaron o abrieron una puerta divisoria de fierro del segundo piso de la Sala de Audiencias para descender a la primera planta y salieron a la calle donde los esperaban, según testigos, dos vehículos que partieron con rumbo desconocido.
El titular del Mininter, Wilfredo Pedraza, condenó el hecho y sugirió como probable un caso de corrupción "porque esa fuga tenía que necesariamente contar con la complicidad de quienes se encargaban de la custodia".