Miles de colombianos participaron la noche del jueves en la tercera procesión de Semana Santa en Popayán, una de las fiestas religiosas más antiguas de Suramérica que por su valor tradicional y aporte a la cultura fue nombrada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
En entrevista con Xinhua, Felipe Velazco, presidente de la Junta Permanente Pro Semana Santa de Popayán y quien por 30 años se ofreció como carguero, recordó que los participantes en las procesiones se preparan durante todo el año para estos días, pues reconocen la importancia internacional de esta manifestación.
"Con 457 años de historia ininterrumpida, las procesiones de Popayán son las más antiguas del mundo y tienen detalles distintivos como ser el único evento de Semana Santa inscrito en la lista de la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad", señaló.
Velazco recordó que para el pueblo católico colombiano, y en especial para el popayanés, es fundamental la recordación de la pasión, crucifixión y muerte de Cristo, por lo que no es un gran sacrificio llevar en sus hombros las pesadas plataformas de hasta 500 kilos donde cargan las estatuas antiguas en recorridos de dos kilómetros.
"Es la tradición de un pueblo para un pueblo, aquí pueden haber 100 mil personas en la calle, 20 mil alumbrantes, todo el mundo trabaja con devoción en las procesiones que se realizan en silencio, se puede apreciar la fe de la gente, su actitud devota", dijo.
Entre tanto, Hugo Muñoz, regidor de la procesión por 20 años, celebró el interés de los colombianos y los extranjeros por conocer la procesión que incluye esculturas de las escuelas quiteña, española, andaluza, sevillana, italiana y payanesa.
"Creo que el espíritu de la cristiandad en Colombia se ha mantenido, aunque hoy hay libertad de cultos, pero la iglesia católica abarca la inmensa mayoría y la gente indudablemente es muy creyente y piadosa", opinó.
En Semana Santa, la Alcaldía de la llamada Ciudad Blanca ordena un enlucimiento de las fachadas de edificaciones privadas y públicas en el sector antiguo por donde pasan las procesiones con el fin de preservarlo como un Bien de Interés Cultural para sus visitantes.
Durante esta tercera procesión, los payaneses recordaron el terremoto de 5,5 grados en la escala de Richter, ocurrido hace 30 años un jueves santo en la mañana en su ciudad y que dejó 267 muertos, 7.500 heridos y más de cinco mil familias damnificadas.
Los miles de feligreses que acompañaron las solemnes marchas este día oraron por las víctimas mortales, a quienes se les rendirá un homenaje el próximo domingo.
Por su parte, el coronel Carlos Delgado, comandante del Ejército de Colombia y encargado de la seguridad de esta zona del país durante la temporada, dio un parte de tranquilidad y garantizó la seguridad para los turistas nacionales y extranjeros que escogieron Popayán y sus alrededores como destino para la fecha.
"Adelantamos operaciones en todo el departamento del Cauca con el fin de preservar la seguridad de todos los habitantes, no solo durante esta temporada, sin embargo teniendo en cuenta la importancia de este evento incrementamos el dispositivo de seguridad y las tropas para garantizar a los turistas una estadía tranquila", aseguró.
Paralela a las grandes procesiones se realizan las llamadas "Procesiones Chiquitas", en las que niños entre 5 y 11 años imitan a los adultos, cargando réplicas de las plataformas en recorridos más cortos pero con la misma indumentaria.
Para complementar el plan de turismo religioso que atrae a miles de católicos a Popayán por estos días se realiza en la ciudad el Festival de Música Religiosa, que cumple 50 años y este año recibió entre otros artistas al grupo Cronexos de Francia, al director de orquesta ruso Eugene Sirotkin y a la violinista norteamericana Jennifer Koh.
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