Fuente: Agencias
El nuevo pontífice de la Iglesia Católica ha rechazado mudarse al suntuoso apartamento papal en la planta superior del Palacio Apostólico del Vaticano, y ha decidido permanecer en una modesta residencia de dos habitaciones.
Su portavoz dijo que estaba “probando este tipo de vida simple” en un edificio comunitario con otros sacerdotes.
De este modo, el papa Francisco ha roto una tradición que tiene más de un siglo de edad.
La decisión refleja la reputación de austeridad del nuevo Papa, quien como arzobispo de Buenos Aires se negó a mudarse al Palacio Episcopal.
Durante su periodo como arzobispo también había elegido un alojamiento más modesto y a menudo cocinaba sus propias comidas.