Fuente: China Daily
Yunnan, 21/10/2013(El Pueblo en Línea)- El profesor Jiang Shengfa deja atrás el dolor de haber perdido ambos brazos en un accidente y renace como un ejemplo inspirador de que todo es posible.
El profesor sin brazos de 39 años en el condado de Weixin de Zhaotong, una ciudad en la provincia de Yunnan, ha superado un gran reto físico para superarse así mismo durante la última década como maestro y como padre soltero en una de las zonas rurales más remotas de China.
En un programa de formación para maestros rurales en Shanghai, Jiang dijo a este medio que una de las cosas que ha aprendido de la vida es que nunca hay que quejarse y siempre hay que ver las dificultades físicas de uno como algo positivo en la vida.
"Mi vida nunca ha sido fácil, pero me las arreglé para sobrevivir y tener una vida que me gusta", dice. "Una de mis motivaciones viene de la buena gente que me rodea: mis estudiantes, mi familia y otra gente que me apoya".
Jiang, que perdió ambos brazos en un terrible accidente cuando intentaba arreglar un cable electrificado de alto voltaje en el invierno en 1996, ha podido enseñar atando una tiza a la parte superior del brazo.
El padre casado con un hijo de 18 años pasa cada día rodeado de sus alumnos, que aprenden chino y lecciones de la vida gracias a su ejemplo inspirador.
"En mi corazón, es un gran hombre y nos enseña cómo creer en nosotros mismos", dice Chen Yiting, un estudiante de cuarto grado. "Aunque perdió sus manos, su caligrafía es la mejor de nuestra escuela".
Después del accidente en 1996, Jiang perdió casi la totalidad de su capacidad para trabajar y gastó todos sus ahorros en tratamientos hospitalarios. Pero la situación empeoró aún más para él. Su esposa huyó de casa, abandonando a Jiang y al bebé recién nacido.
Para sobrevivir, Jiang mendigó por las calles de grandes ciudades como Guangzhou y Chongqing, dejando a su hijo con la abuela paterna.
Pero fue un desastre tras otro: la madre de Jiang murió varios años después.
No tuvo otra opción que dejar a su hijo con su hermano y su cuñada. Para ahorrar dinero, Jiang tuvo que apretarse el cinturón y comer solo una vez al día.
Las cosas cambiaron cuando su hermano mayor se jubiló en la escuela local y recomendó a Jiang para llenar la vacante.
Aunque su salario es mucho menor que el de un maestro titulado y no recibe ayudas del Estado, no hay lugar a dudas de que le dedica todo su esfuerzo.
Desde entonces, ha aprendido a escribir sin brazos.
Jiang dijo que los primeros días fueron difíciles. No solo tuvo que lidiar con las dificultades físicas sino que también con problemas de depresión y soledad. Se cuestionó el propósito de su vida e incluso pensó en el suicidio.
Pero luego pensó en su hijo.
"No puedo dejar que sea huérfano. Yo quiero que esté orgulloso de mí", dice.
Cada día, tiene que caminar durante cuarenta minutos y escalar una montaña para llegar a la escuela. Cuando llueve o nieva, esta tarea se hace muy complicada para Jiang.
Un día, de camino a la escuela, Jiang resbaló y cayó sobre un borde de un precipicio. Sin brazos no podía levantarse. Tampoco podía moverse mucho porque corría el riesgo de caerse por el precipicio. Se quedó tumbado sobre la nieve y esperó a que pasara un aldeano que lo rescatara.
"Le dije no hay necesidad de venir a la escuela si llueve o nieva, pero aún no ha faltado a ninguna clase", dice Li Lugui, director de la escuela.
Ahora, el mayor sueño de Jiang es traer las habilidades avanzadas que aprendió en Shanghai a casa y construir un aula de informática para sus estudiantes.
Jiang dijo que ha recibido apoyo y ayuda de muchos después de ser punto de atención de los medios de comunicación en los últimos años.
El año pasado, Baxter International, una empresa dedicada a la salud en los Estados Unidos, recaudó más de 140.000 yuanes (23.000 dólares) para comprar veinte ordenadores para los estudiantes de la escuela.