Fútbol: Justicia brasileña suspende concesión del estadio de Maracaná |
RIO DE JANEIRO, 10 may (Xinhua) - La justicia brasileña suspendió hoy provisionalmente la concesión del estadio del Maracaná de Río de Janeiro, que fue otorgada la víspera por 35 años a un consorcio privado del que forma parte una empresa del magnate brasileño Eike Batista, informaron fuentes judiciales.
La decisión la juez novena de hacienda pública del estado de Río de Janeiro, Gisele de Faría, concedió un recurso de suspensión que fue presentado por el Ministerio Público para impedir que el contrato de concesión sea suscrito hasta que la justicia se pronuncie sobre la legalidad del proceso.
La juez aceptó la petición del Ministerio Público que solicitó paralizar la licitación al considerar que faltaba transparencia, debido a que la firma IMX -propiedad de Batista- hizo el estudio que determinó el modelo de concesión.
El recurso prohíbe al gobierno de Río de Janeiro firmar cualquier contrato referente al proceso de concesión hasta que la justicia se pronuncie sobre la demanda interpuesta por el Ministerio Público, que cuestiona la legalidad del proceso de privatización.
Las autoridades de Río de Janeiro anunciaron el jueves que el Consorcio Maracaná, formado por IMX, la constructora Odebrecht y la compañía estadounidense AEG, era la ganadora del proceso de licitación para administrar el estadio.
La propuesta económica del grupo fue de 181,5 millones de reales (unos 90 millones de dólares) que pagaría en 33 cuotas anuales.
El Ministerio Público también cuestionó la autoridad del gobierno de Río de Janeiro para concederle a una empresa privada el derecho a gestionar los escenarios deportivos aledaños al estadio de Maracaná.
Según la licitación, el concesionario ganador tiene que encargarse de efectuar una serie de obras valuadas en 594 millones de reales (unos 297 millones de dólares) y que prevén, entre otras exigencias, la construcción en el entorno del estadio de un estacionamiento, de áreas de entretenimiento y de dos museos, uno dedicado al fútbol y otro al movimiento olímpico.
Para hacerlo, las autoridades del estado autorizaban al concesionario demoler varios edificios vecinos, entre ellos una escuela, una pista de atletismo y dos piscinas olímpicas, lo que ha generado varias protestas.
Las obras de renovación del estadio de Maracaná le costaron a las arcas de Río de Janeiro unos 1.120 millones de reales (unos 560 millones de dólares) hasta la fecha.
El estadio deberá ser sede de 3 partidos en la próxima Copa Confederaciones en junio, y de 7 partidos y de la final de la Copa del Mundo de fútbol de 2014.
El consorcio ganador pasaría a ser el administrador del estadio más reconocido del fútbol brasileño a partir del 2 de junio, día en el que quedará inaugurado con un partido entre las selecciones de Brasil e Inglaterra.