PYONGYANG, 10 may (Xinhua) -- La República Popular Democrática de Corea (RPDC) culpó hoy a Estados Unidos de las tensiones en la Península Coreana y le exigió detener las hostilidades contra Pyongyang.
La afirmación de Estados Unidos en el sentido de que todas sus acciones militares son defensivas, mientras que todas las acciones de la RPDC son provocadoras, es puro sofismo con retórica, dijo un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores en declaraciones citadas por la agencia oficial de noticias KCNA.
Estados Unidos envió los aviones de combate B-52, B-2A, F-22 y entro otros (a la Península Coreana), lo que obligó a Pyongyang a adoptar contramedidas enérgicas para la autodefensa, señaló el vocero no identificado.
"A menos que Estados Unidos detenga los actos hostiles contra la RPDC y abandone su hostilidad, la causa raíz de la tensión no será eliminada, y es seguro que la tensión y el peligro de conflictos se repetirán", declaró.
El vocero añadió que se le debe aconsejar al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que no hable de "cambios" en la RPDC, sino que reflexione sobre su propia visión equivocada para adoptar una decisión valiente de corregirla.
El martes, luego de las conversaciones con la presidenta surcoreana, Park Geun-hye, Obama reiteró el compromiso estadounidense de defensa con la República de Corea tanto con fuerzas convencionales como nucleares.
"Nuestras dos naciones están preparadas para comprometerse con Corea del Norte diplomáticamente y con el tiempo construir la confianza", señaló Obama, al hacer un llamado a Pyongyang para que "adopte acciones significativas para acatar sus compromisos y obligaciones, en particular la desnuclearización de la Península Coreana".
La RPDC criticó la primera visita de Park a Estados Unidos y su reunión con Obama como un preludio de guerra.
Las tensiones han aumentado en la Península Coreana después de que la RPDC realizara su tercera prueba nuclear el 12 de febrero.
Pyongyang advirtió el martes que "vengará sin piedad" cualquier violación de su soberanía territorial durante los actuales ejercicios antisubmarinos de la Repúbica de Corea y Estados Unidos en el Mar Amarillo.