Un funcionario del gobierno italiano volvió a asegurar hoy a los trabajadores de la conflictiva planta de acero ILVA que el Estado cuidará de ellos.
La declaración se produjo luego que 9.300 millones de euros (12.000 millones de dólares) en propiedades pertenecientes a los dueños de la compañía fueran incautados y de que la junta directiva de ILVA renunciara en masa.
"El gobierno no dejará solos a los trabajadores de ILVA", dijo el subsecretario italiano de Desarrollo Económico, Claudio De Vincenti. "Garantizar la continuidad de la producción (en las plantas de ILVA) favorece el interés nacional", agregó de Vincenti.
El secretario nacional del Partido Democrático (PD), principal partido de izquierda integrante de la coalición gubernamental de izquierda-derecha de Italia, también intentó apaciguar a los sindicatos diciendo que los actuales problemas de ILVA no llevarán al cierre de la planta en la sureña ciudad de Taranto.
La planta de ILVA, "no puede cerrar, porque si la planta cierra tendremos una cascada de consecuencias negativas para la mayoría de las plantas de acero italianas", dijo hoy el secretario del PD, Gugliemo Epifani.
Alrededor de 1.200 millones de euros fueron transferidos fuera de Italia por la familia Riva, dueños del conglomerado al que pertenece la planta de acero ILVA, fueron confiscados el miércoles pasado. Los investigadores dijeron que están investigando a Emilio y Adriano Riva por ser sospechosos de fraude contra el Estado y por falsas transferencias monetarias.
La policía de Taranto confiscó el viernes 8.100 millones de euros en propiedades y bienes pertenecientes a la familia Riva, lo que desencadenó el sábado una renuncia en masa de los integrantes de la junta directiva de ILVA, incluyendo la de su presidente, Bruno Ferrante, y la de su director ejecutivo, Enrico Bondi, un gurú corporativo nombrado en abril.
El 10 de abril del año pasado, los fiscales de Taranto emitieron una orden europea de aprehensión contra Fabio Riva, vicepresidente de la empresa matriz Riva, y dijeron Riva era buscado como parte de una investigación criminal sobre el escándalo ambiental de la planta de acero ILVA de Taranto. Fabio Riva fue detenido en Londres en enero después de dos meses de estar prófugo. Otros altos gerentes también han sido detenidos como parte de las investigaciones.
La planta de ILVA ha estado envuelta en una batalla política y legal desde julio pasado cuando jueces locales ordenaron el cierre parcial de su planta de Taranto debido a graves preocupaciones de salud.