El presidente de EEUU, Barack Obama, invitó el lunes a los senadores republicanos John MacCain y Lindsey Graham a la Casa Blanca para tratar la posible intervención militar en Siria.
La citada reunión llegó en un momento en el que la administración está buscando el apoyo del Congreso para llevar acabo ataques contra el gobierno de Bashar al-Assad, en respuesta al supuesto uso de armas químicas del gobierno de éste contra la población civil el pasado 21 de agosto.
Después de reunirse con Obama, McCain advirtió sobre el peligro de no apoyar al presidente en su amenaza del uso de fuerza.
"Si el Congreso rechaza una resolución como esta después de que el presidente de EEUU ya se haya comprometido con la acción, las consecuencias serán catastróficas", dijo McCain.
Obama anunció el sábado que buscará autorización del Congreso antes de llevar a cabo cualquier acción militar para castigar al régimen por el supuesto ataque con armas químicas en los suburbios de Damasco, que según se ha informado se saldó con al menos 1.429 muertos, incluyendo 426 niños. El gobierno sirio niega las acusaciones.