El presidente de Turquía, Abdullah Gul, pidió hoy calma a los manifestantes durante el séptimo día de protestas antigubernamentales.
Al hablar ante la prensa en Ankara, Gul declaró: "La democracia de Turquía se ha sometida a prueba; es ahora momento de mantener la calma".
El presidente enfatizó que el gobierno turco ha recibido "todos los mensajes que tienen buena intención".
"Si hay objeciones, no hay nada más natural que expresarlas. La democracia no es sólo sobre elecciones", señaló.
"Todos los mensajes con buenas intenciones han sido recibidos y lo que sea necesario se hará cuando sea el momento", añadió el mandatario.
Gul hizo las declaraciones luego de varios llamados a su intervención en las medidas severas adoptadas por la policía contra los manifestantes.
Las manifestaciones antigubernamentales se han extendido a 67 provincias del país, incluidas la capital Ankara y las ciudades costeras de Antalya e Izmir.
Las protestas, que comenzaron en Estambul como una sentada pacífica en el parque Gezi contra los panes de reconvertir esa parte de la plaza Taksim, se han transformado en manifestaciones antigubernamentales en contra del primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan.
Alrededor de 100.000 personas salieron a la calle de Estambul, la ciudad más grande de Turquía, el fin de semana y se enfrentaron con la policía antidisturbios que disparó gas lacrimógeno para dispersar la multitud.
Durante dos días, miles de personas trataron de atacar la oficina de Erdogan en Estambul y rompieron algunas ventanas de la misma con piedras. Otros manifestantes prendieron fuego a las oficinas del gobernante Partido Justicia y Desarrollo.
A primeras horas de hoy lunes, se desataron enfrentamientos entre la policía y los manifestantes en el distrito de Besiktas de Estambul.