El primer ministro de Turquía, Tayyip Erdogan, pidió calma el lunes tras una semana de manifestaciones violentas antigubernamentales, que ha dejado 173 personas heridas y 730 detenidas.
"Mantengan la calma, se superará todo esto", indicó Erdogan en una rueda de prensa en el aeropuerto de Estambul antes de su partida para realizar una visita oficial a Marruecos.
El primer ministro turco también urgió a la gente que no se deje provocar por las manifestaciones e indicó que éstas habían sido organizadas por "elementos extremistas".
Erdogan señaló que el servicio de inteligencia está investigando los posibles vínculos entre los incidentes en la plaza de Taksim y potencias extranjeras, y acusó a actores internos y extranjeros del apoyo a las manifestaciones en el parque Gezi.
Las manifestaciones antigubernamentales han entrado en su séptima jornada y están extendidas por 67 provincias en todo el país, incluida la capital de Ankara y las ciudades costeras de Antalya e Izmir.
En Estambul, aproximadamente 100.000 personas salieron a la calle de la mayor ciudad turca el fin de semana y se enfrentaron con la policía antidisturbios con gases lacrimógenos.
Miles de personas trataron durante dos días de atacar la oficina del primer ministro turco Tayyip Erdogan en Estambul y lograron romper con piedras algunas de las ventanas y algunos manifestantes incendiaron oficinas del gobernante Partido por la Justicia y el Desarrollo.