El mandatario de Bolivia, Evo Morales, aseguró hoy que "no hay nada que negociar" con la empresa española Abertis y Aena, por la nacionalización del paquete accionario de su filial Servicios de Aeropuertos Bolivianos, Sociedad Anónima (Sabsa), y por el contrario "tendría que pagarnos".
Durante un acto en el que hizo entrega de puentes de abordaje en el aeropuerto Jorge Wilsterman, de la ciudad de Cochabamba (centro), Evo Morales dijo que está convencido que estas empresas se aprovecharon en anteriores gobiernos neoliberales para hacerse de los tres principales aeropuertos de Bolivia.
El gobierno de Bolivia nacionalizó el pasado 18 de febrero la empresa Servicios de Aeropuertos Bolivianos S.A. (Sabsa), que desde 2004 era una filial de Abertis, y con participación de Aena, a las que acusó de incumplir las inversiones comprometidas.
La empresa española tenía bajo su control los tres aeropuertos más importantes del país andino: El Alto, que brinda servicio a la ciudad capital de La Paz; Santa Cruz (este) y Cochabamba (centro).
La razón de la nacionalización, según el gobierno boliviano, fue el incumplimiento por parte de Sabsa de las inversiones comprometidas para la mejora de las instalaciones aeroportuarias.
Un día después de la nacionalización, el grupo Abertis anunció desde España que reclamaría a Bolivia 90 millones de dólares de indemnización.
Sabsa fue la sexta empresa de capitales españoles nacionalizada por el gobierno boliviano en menos de un año, y se sumó a las cuatro filiales de Iberdrola expropiadas en diciembre de 2012 y a la de Red Eléctrica de España (REE), expropiada en mayo del mismo año.
De acuerdo con información del gobierno boliviano Sabsa, propiedad de las españolas Abertis y Aena, consiguió la concesión para gestionar los tres aeropuertos en el año de 1997, con un desembolso de tan sólo 26.050 bolivianos (poco más de 3.700 dólares), lo que le dio acceso a administrar un negocio de 430 millones de dólares.
Desde ese año, Sabsa obtuvo utilidades que ascienden a 20,6 millones de dólares, una cifra descomunal teniendo en cuenta el capital invertido.
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