La justicia chilena emprendió hoy una investigación sobre la planificación del golpe militar del 11 de septiembre de 1973, contra el gobierno del entonces presidente Salvador Allende.
Las consecuencias del intenso debate nacional que se vivió en Chile en el contexto de la conmemoración de los 40 años del golpe de Estado encabezado por Augusto Pinochet aún se dejan sentir, luego de que la justicia comenzó los interrogatorios para investigar la comisión de delitos en la planificación del alzamiento.
De esta manera el ex secretario general del Partido Socialista (PS), Carlos Altamirano, se convierte en el primer testigo ante el juez y ministro en visita, Mario Carroza, quien esta a cargo de la investigación de acuerdo con el antiguo sistema penal chileno, debido a que los delitos se cometieron antes de que la justicia se reformara.
Durante el periodo del gobierno del socialista Salvador Allende (1970-1973), Altamirano fue uno de los líderes de la izquierda más radicalizada que incluso no descartaba la opción armada como vía para llevar adelante la revolución en Chile.
Altamirano llegó hasta el Palacio de Tribunales acompañado de su abogado, Manuel Valenzuela, para dar su testimonio sobre los hechos ocurridos en torno al golpe militar que dio inicio a 17 años de gobierno de Pinochet.
En el proceso también fueron llamados a declarar el ex líder del grupo de ultraderecha Patria y Libertad, Pablo Rodríguez Grez, y el dueño del diario "El Mercurio", Agustín Edwards Eastman, ambos también en calidad de testigos.
Carroza, quien también está a cargo de la investigación por la muerte del poeta y premio Nobel de Literatura, Pablo Neruda, inició su investigación a raíz de una querella presentada por familiares de las víctimas de las violaciones a los derechos humanos.
Durante el golpe militar Allende se suicidió, tras lo cual el régimen militar inició la represión contra sus partidarios que produjo la ejecución de 3.500 personas, a las cuales se suman otras 1.200 que permanecen como "detenidos desaparecidos".