En un acto realizado la tarde del lunes en el aeropuerto militar de Catam y encabezado por el Embajador estadounidense en Colombia, Michael McKinley, fueron trasladados a Texas, Estados Unidos, los restos del agente de la DEA James Terry Watson, asesinado en Bogotá la semana pasada.
Al acto asistieron además el director de la Oficina Regional de la DEA, Jay Bergman, el director Antinarcóticos de la Policía de Colombia, mayor general Luis Alberto Pérez, y el Comandante de la Armada Nacional, Almirante Roberto García Márquez.
Entre tanto, los medios locales difunden las primeras imágenes de las cámaras de seguridad ubicadas en el lugar en donde el taxi donde viajaba Watson fue abordado por dos hombres que llegaron al lugar en otro taxi y que serían quienes lo apuñalaron.
Unos momentos después se observa como Watson, de 40 años, se bajó del taxi y corrió hacia el lugar donde más tarde fue encontrado malherido y desde donde fue llevado a la clínica El Country donde murió.
En el mismo video se observa a un hombre en bicicleta que pasa frente al taxi en el momento del ataque y que al parecer fue quien informó sobre los confusos hechos a las autoridades y auxilió al agente norteamericano.
Las primeras informaciones de la Policía indican que Watson fue asaltado y apuñalado en el taxi que tomó a la salida de un restaurante en el exclusivo sector del Parque de la 93 donde departía la noche del jueves junto a otros miembros de la comunidad diplomática.
Entre las acciones que adelantan las autoridades para dar con el paradero de los asesinos se encuentra el ofrecimiento de una recompensa de aproximadamente 25 mil dólares para quien dé información que permita su captura.
Watson se casó con una ciudadana colombiana el pasado mes de abril y se había radicado en la ciudad de Cartagena desde donde adelantaba sus investigaciones desde hacía tres años.