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| Propone Rousseff convocar Constituyente para reforma política en Brasil |
BRASILIA, 24 jun (Xinhua) -- La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, anunció hoy, al recibir a gobernadores y prefectos de todo el país, que propondrá la realización de un plebiscito popular para la convocatoria a una Asamblea Constituyente exclusiva para una reforma política.
Se trata de una "una amplia y profunda reforma política", que amplíe la participación popular, dijo la mandataria.
"La propuesta de reforma política entró y salió varias veces de la pauta (del Congreso), por lo que propongo la convocatoria de plebiscito popular para una Constituyente específica para la reforma que el país necesita", agregó.
Rousseff, acompañada de su gabinete ministerial, recibió a las autoridades regionales para discutir las demandas de las masivas protestas que se iniciaron en el país hace dos semanas.
"Brasil está maduro para avanzar y ya dejó claro que no quiere quedar parado donde está", dijo la mandataria, al proponer cinco pactos a las autoridades estatales, entre los que destaca la reforma política, que es el segundo de los acuerdos propuestos.
El primer pacto es por la responsabilidad fiscal y control de la inflación, dijo, que es "especialmente importante en el momento actual de crisis económica internacional prolongada".
El tercero se dirige a mejorar la salud pública, acelerando inversiones ya contratadas en el sistema público, e incentivando la ida de médicos a las ciudades y regiones que más precisan.
"Cuando no haya disponibilidad de médicos brasileños, contrataremos médicos extranjeros. Queremos decir a la clase media brasileña que no es una medida hostil contra la clase de los médicos, pero la salud del ciudadano debe prevalecer sobre cualquier otro interés", señaló.
Recordó que Brasil continúa siendo uno de los países del mundo que menos contrata médicos extranjeros, que representan apenas 1,79 por ciento del total, cuando en países desarrollados llegan hasta 20 por ciento.
El cuarto pacto es por el transporte público, para avanzar más rápido en dirección a transporte público de calidad.
Rousseff anunció la creación del Consejo Nacional del Transporte Público, con la participación de la sociedad para controlar el valor de las tarifas del transporte colectivo.
Antes de recibir a las autoridades regionales, la mandataria estuvo reunida durante dos horas con los líderes del Movimiento del Pasaje Libre, la organización estudiantil que inició las protestas en el país dos semanas atrás, que le presentaron su agenda de reivindicaciones.
El quinto pacto es por la educación, dijo la mandataria, afirmando que ningún país se desarrolla sin invertir fuertemente en para elevar el nivel del sistema educativo.
"Por eso mismo mi gobierno ha luchado, ante el Congreso, para que 100 por ciento de los royalties del petróleo sean invertidos en la educación", señaló.
Apuntó que el país avanzó muchos en las últimas décadas para revertir "el atraso secular de nuestra educación, pero "ahora precisamos más recursos".
"Repito que estamos escuchando las voces de las calles, que piden cambios. Sólo ellas pueden impulsarnos a andar aún más rápido", concluyó, antes de iniciar el debate con gobernadores y prefectos.
Al comenzar la reunión, en un discurso abierto a la prensa, la mandataria reivindicó la política de su gobierno, afirmando que Brasil "dejó de ser gobernado para apenas un tercio de la población, (y) pasó a ser gobernado para toda la población".
Dijo que la lucha contra la corrupción debe tener prioridad, sugiriendo una nueva legislación que clasifique la corrupción como "crimen hediondo".
Asimismo, apuntó los avances sociales, la incorporación de sectores anteriormente excluidos de la vida económica y el consumo, y destacó que el país tiene "posiblemente la tasa más baja de desempleo del mundo".
Sin embargo, reconoció que "el pueblo está ahora en las calles pidiendo que los cambios se amplíen".
"El pueblo quiere más ciudadanía, quiere una ciudadanía plena, quiere servicios públicos de calidad, y mecanismos más eficaces contra la corrupción", enfatizó.
Dijo que desde que asumió el poder, a inicios de 2011, enfrentó dificultades para resolver los problemas, "pero la energía que viene de las calles es mayor que cualquier problema", y debe ser aprovechada para avanzar más rápidamente.
El jueves pasado, más de de un millón de personas salieron a las calles, y las movilizaciones pacíficas terminaron en muchos casos en escenas de violencia, con ataques a la sede del gobierno en numerosas ciudades, incluyendo la capital Brasilia.
El gobierno quiere además reforzar la seguridad en la organización de la Copa de las Confederaciones, que comenzó el sábado 15 y termina el próximo 30 de junio.
Las manifestaciones fueron convocadas por las redes sociales para pedir por el fin de la corrupción y mejoras en los servicios públicos, entre otras reivindicaciones.
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