Unas 25.000 personas participaron hoy en la capital chilena en la primera protesta autorizada por el gobierno y convocada, en esta ocasión, por estudiantes de universidades privadas que exigen poner fin al endeudamiento de sus familias para financiar sus estudios y a la crisis de la Universidad del Mar.
Agrupados en el Movimiento de Estudiantes de la Educación Superior Privada (Mesup), estudiantes de las universidades privadas e institutos técnico profesional, quienes se habían mostrado un tanto alejados de las protestas de estudiantes hasta ahora, llegaron hasta la avenida Alameda en Santiago.
De acuerdo con sus dirigentes, la realidad del movimiento ha cambiado, debido a que las demandas de los estudiantes de las universidades tradicionales y estatales, que comenzó el movimiento en 2011, son también las de los planteles privados.
El vocero del Mesup y estudiante de la Universidad Arcis, Manuel Erazo, dijo que "esta es la primera marcha convocada por los estudiantes de las universidades privadas, que representa al 70 por ciento de los alumnos de la educación superior.
"Nuestras demandas nacen de la realidad de este sistema educacional", indicó ante el apoyo de las Federaciones de Estudiantes de las universidades tradicionales y de los alumnos de secundaria, en especial los agrupados en la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES).
La mañana de este jueves miles de jóvenes se agruparon ante la entrada de la Universidad de Santiago de Chile, una de las más antiguas y tradicionales del país, para iniciar un recorrido incierto.
Erazo dijo que solicitaron autorización para marchar al gobierno regional el pasado 13 de marzo, pero recién tuvieron respuesta la noche del 27 de marzo, con cambios en el recorrido original, lo cual no fue aceptado por los jóvenes, que lo vieron como un intento por confundir a los asistentes y generar desordenes.
Conforme iban llegando los convocados en marchas pequeñas desde sus establecimientos, Valezka Concha, la otra vocera del Mesup y estudiante de la Universidad de las Américas, explicó que los estudiantes de planteles privadas también forman parte del movimiento y marchan bajo las mismas consignas.
En 2011 los estudiantes universitarios y secundarios comenzaron una serie de manifestaciones para exigir una educación pública, gratuita y de calidad para todos, debido al alto costo de los estudios y lo desregulado del sistema que generaba instituciones de una oferta dudosa.
Desde 1983, en pleno régimen militar, se instaló en Chile la educación universitaria privada, que por ley no puede ser con fines de lucro.
A partir de 1990, con el retorno a la democracia, las instituciones privadas se multiplicaron hasta alcanzar la histórica cifra de un millón de alumnos en educación superior en el año 2000.
Sin embargo la calidad de esta instituciones era cuestionada bajo los estándares internacionales.
Sólo la Universidad de Chile y la Universidad Católica, las dos más antiguas del país, figuran en las listas internacionales.
El costo promedio de las universidades chilenas cuadruplica el de las instituciones de Europa.
Para financiarla, las familias recurren al endeudamiento con la banca a través del "Crédito con Aval del Estado", que les obliga a pagar hasta el doble del valor original de sus carreras en intereses.
Esto, en gran medida desató las protestas de 2011, las cuales han continuado intermitentemente.
"Somos partidarios del fin del lucro, pero sabemos que es difícil, por tanto nuestra mayor demanda ahora es la gratuidad de la educación y que el Estado tenga un rol garante del derecho a la educación", agregó Valezka Concha.
La situación en particular que desató esta manifestación es la crisis en la Universidad del Mar.
Luego de entrar en quiebra, debido a una mala administración, se descubrió también que esta generaba lucro a sus socios, algo penado por la ley.
A esto se suman situaciones como la de la decana de la Facultad de Medicina, Tania González, quien no poseía título de médico y que alteró los documentos que la acreditaban.
"Sabemos que somos el símbolo del lucro en la educación, no podemos estar fuera de esta movilización", señaló la vocera de los Estudiantes de la Universidad del Mar, Daniela Duran.
Tras perder su reconocimiento oficial, la Universidad del Mar esta en proceso de cierre, con lo cual los estudiantes deben ser reubicados, proceso que no ha sido bien ejecutado, según los jóvenes.
"No hay respuesta concreta del gobierno y hay 18.000 familias que están completamente a la deriva por las malas políticas públicas en educación", subrayó el vocero del Mesup.
Al llegar a la avenida España, donde los estudiantes tenían planeado doblar hacia el sur, la marcha se topó con un fuerte contingente policial, tras lo cual comenzaron los disturbios.
La mayoría de los manifestantes trataron de seguir su camino en medio del fuerte chorro de agua que lanzaban los carros policiales.
Los enfrentamientos fueron duros, la policía lanzaba gases lacrimógenos y usaba rifles de pintura para marcar a los manifestantes, mientras los jóvenes respondían con palos, piedras, botellas e incluso bombas incendiarias.
La marcha tampoco logró culminar en paz, pues al llegar a su destino, en Blanco Encalada, también se registraron disturbios.
En pocos minutos, los jóvenes se dispersaron por todo el centro de la ciudad, lo cual causó múltiples focos de enfrentamientos, el más extremo en la misa de la Universidad de Santiago de Chile.
Las autoridades reportaron 60 detenidos, a lo cual se sumaron denuncias de los organismos de derechos humanos por abusos policiales y agresiones a periodistas.
Esta jornada de protestas es considerada sólo un anticipo a la primera gran marcha "por la educación chilena", convocada para el 11 de abril próximo y a la cual han confirmado su asistencia todas las organizaciones de estudiantes, los profesores y sindicatos.