MEXICO, 30 nov (Xinhua) -- El Partido Revolucionario Institucional (PRI), que gobernó México durante 71 años y perdió la Presidencia en el año 2000, regresará mañana 1 de diciembre a dirigir a esta enorme nación latinoamericana durante los próximos seis años, a través del político y abogado de 46 años Enrique Peña Nieto.
Peña recibe de manos del saliente mandatario Felipe Calderón, un país agobiado por la violencia, principalmente derivada del combate a grupos del narcotráfico, con un crecimiento menor a lo esperado, un fuerte desempleo y un alto nivel de pobreza.
A partir de que tome posesión del cargo, en una ceremonia en la Cámara de Diputados, Peña deberá hacer frente a los principales problemas del país en aras de mejorar la calidad de vida de los más de 112 millones de mexicanos.
Con Peña, regresa el PRI al poder luego de dos polémicos sexenios de gobierno del conservador Partido Acción Nacional (PAN).
Peña pretende gobernar con una imagen renovada de un partido que ha sido cuestionado por la población y diversos sectores políticos debido a la corrupción imperante en los gobiernos que encabezó.
De acuerdo con analistas, el principal problema que deberá enfrentar Peña es la inseguridad en el país.
Actualmente, el crimen organizado ha ganado terreno. La "guerra" iniciada durante el gobierno de Calderón contra el crimen dejó en el sexenio más de 60.000 muertos, según recuentos de varios sectores.
Peña deberá emprender una nueva política de seguridad. Tras ganar las elecciones presidenciales el 1 de julio pasado, dijo que seguirá la lucha contra el crimen organizado, pero con una "nueva estrategia" para disminuir la violencia y proteger la vida de los mexicanos.
CRECIMIENTO DEL PIB
En materia económica, Peña anunció que su prioridad será el crecimiento del producto interno bruto (PIB) y la reducción de la pobreza, que afecta a más del 50 por ciento de la población del país.
Según el llamado "gobierno de transición" de Peña, el combate a la pobreza se llevará a cabo por medio de una política social "de nueva generación".
Así, el gobierno de Peña deberá buscar mecanismos que permitan un mayor crecimiento económico.
Este año, México cerrará con un alza estimada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en 3,8 por ciento, y se espera que para el próximo año sea de 3,3 por ciento.
Peña dijo que impulsará una mayor competencia económica y planteará una reforma energética para una explotación adecuada y fructífera de los hidrocarburos.
Anunció una reforma que permitirá, sin privatizar a Petróleos Mexicanos (Pemex, la principal empresa pública), que "el sector privado pueda participar" en la industria de los hidrocarburos.
Además, prevé la promoción de la inversión extranjera, que se estancó durante el gobierno saliente (menor en 5,5 por ciento en comparación con el sexenio anterior) debido a la inseguridad y a la falta de condiciones de competitividad.
A nivel político, Peña deberá crear un mejor clima para la negociación con las fuerzas políticas representadas en el Congreso.
Las bancadas de los principales partidos políticos anunciaron la construcción de un acuerdo que permita sacar adelante varias reformas legales atoradas en el Congreso.
Este acuerdo comprende cinco puntos generales: gobernabilidad democrática, transparencia, rendición de cuentas, seguridad y justicia, crecimiento económico y empleo y sociedad de derechos.
CAMBIOS URGENTES
Asimismo, el gobierno de Peña tendrá que encontrar mecanismos que den mejores resultados en materia de seguridad, sin que la sociedad ponga una víctima más.
Para tal efecto, el gobierno de transición de Peña anunció una reforma a la estructura del gobierno federal, por medio del fortalecimiento de la Secretaría (ministerio) de Gobernación (Interior) y la desaparición de dos secretarías: la de Seguridad Pública Federal y la de la Función Pública.
La iniciativa devuelve a la Secretaría de Gobernación la coordinación del gabinete y del aparato policial, y pretende un mayor combate a la corrupción.
A nivel internacional, Peña deberá fortalecer los vínculos bilaterales y regionales. Durante su encuentro con el presidente reelecto de Estados Unidos, Barack Obama, el 26 de noviembre pasado, se pronunció por mayores acercamientos en materia económica, de migración y de seguridad.
De acuerdo con Peña, México buscará durante su gobierno redirigir las relaciones internacionales, no sólo en los aspectos tradicionales mencionados, sino también en los sociales y culturales.
En un recorrido en septiembre pasado por Colombia, Brasil y Chile, Peña prometió que durante su gobierno se intensificará la cooperación bilateral y regional con las naciones latinoamericanas en materia de seguridad y políticas sociales.
TOMA DE POSESION
Peña tomará posesión como presidente de México mañana sábado, en una ceremonia en la Cámara de Diputados ante el pleno y con invitados especiales, entre ellos varios jefes de Estado latinoamericanos y el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden.
A las 9:00, hora local (1500 GMT), jurará el cargo y recibirá la banda presidencial.
El acto tendrá especial significado luego de que el saliente presidente Felipe Calderón protagonizó hace seis años un juramento del cargo de forma accidentada ante las denuncias de fraude electoral.
Tras la toma de posesión, Peña acudirá a Palacio Nacional (sede del Poder Ejecutivo) para dar un mensaje a la nación (a las 11:00, hora local -1700 GMT) que será transmitido en cadena nacional.
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