MEXICO, 30 nov (Xinhua) -- Uno de los grandes retos para el próximo Gobierno de México será disminuir los niveles de pobreza en el país, toda vez que en los últimos seis años se registró un incremento de unos cinco millones de personas en esta situación, afirmó hoy el profesor investigador del Tecnológico de Monterrey, Campus Estado de México, Virgilio Bravo.
"Al cabo de seis años, el mejor indicador del próximo Gobierno sería reducir de manera importante el número de mexicanos en extrema pobreza, incorporándolos a la clase media", afirmó Bravo, en entrevista con Xinhua.
Si hablamos de 10 millones de mexicanos en condiciones de pobreza en la última década, comentó, lo que podría hacer el nuevo Gobierno sería reducir la cifra a por lo menos 6 millones de pobres.
"El gran dilema en los próximos años debe ser, sin duda, reducir la pobreza y mejorar los estándares de salud", añadió.
En materia de salud, el experto mexicano consideró que el sistema de seguridad social en el país "no está articulado, está debilitado, es frágil, es decir, es un sistema de salud en quiebra y que no tiene ni el personal, ni los recursos, ni las instalaciones necesarias para atender todo tipo de enfermedades que aquejan a la sociedad".
"Sigue siendo insuficiente la infraestructura de salud que requiere nuestro país; sin embargo, la nueva administración tendría que unificar el sistema de salud y trabajar en políticas públicas de prevención de enfermedades", dijo.
Asimismo, Bravo advirtió que, si en 15 años "no vemos mejoría en este rubro, el país va a enfrentar serios problemas en el futuro en cuanto a enfermedades de salud pública como son: el cáncer, la hipertensión y la obesidad".
Por ello, indicó, lo que le podría hacer de forma inmediata el próximo presidente de México, Enrique Peña Nieto, sería promover la cultura de la prevención.
"El Gobierno que viene más que remediar el problema creciente de enfermedades como la diabetes, de manera frontal, debería fomentar la prevención en futuras generaciones con respecto a adicciones, malos hábitos alimenticios, la importancia del deporte, de la actividad diaria, principalmente", consideró.
Con relación a uno de los compromisos de Peña Nieto en cuanto a erradicar la pobreza alimentaria en México, el investigador comentó que para lograr este objetivo, primero se deberá mejorar la producción agrícola, impulsar y promover los "agronegocios", así como promover la inversión extranjera en el campo.
"Se necesitan políticas públicas muy claras para alentar los 'agronegocios' en áreas y regiones donde no hay tanto desarrollo económico", expresó.
Sobre la recién aprobada reforma laboral, Bravo dijo que esta nueva medida va a mejorar el marco jurídico en la relación laboral; sin embargo, rechazó que ésta sea la solución para reducir la informalidad creciente en el país.
Para tener una solución completa, destacó, habría que considerar aspectos como la educación y la equidad de género para que el talento humano fuera realmente de calidad y no subempleos o empleos de baja remuneración.
"La reforma sí contribuye y sí va a ayudar, pero no creo que sea la solución al problema del desempleo en México", advirtió.
Al referirse a la continuación del programa social "Oportunidades" durante el nuevo Gobierno mexicano, afirmó que "este programa de subsidio es una inversión en capital humano sin retorno; sin embargo, sirve para no contribuir a la desnutrición y a la pobreza extrema".
Sin embargo, Bravo dijo que este programa se podría mejorar al incorporar a los ciudadanos al desarrollo económico como ha sucedido en otros países como Brasil, donde estos programas han ayudado a reducir la extrema pobreza.
"Sin duda, se tienen que mejorar los programas sociales, los subsidios a las familias, a los agricultores, a los campesinos, se tienen que incrementar los recursos dirigidos a al empleo, para, de esta manera, poder reducir los niveles de pobreza en México", concluyó.