El Senado, la cámara alta del parlamento de Francia, aprobó hoy la reforma de los socialistas al código de trabajo que ofrece más flexibilidad a las firmas y eleva los costos para emplear personal.
Con una votación de 170 a favor y 33 en contra, el Senado permite a las compañías nacionales reducir los salarios, recortar las horas laborales o realizar despidos durante un periodo limitado durante una recesión económica, con el fin de reducir costos y elevar la competitividad.
Negociada con los patrones y con tres sindicatos en enero, la reforma también ofrecerá derechos más amplios a los trabajadores, principalmente a los beneficiarios de los contratos a muy corto plazo como facilidades para acceder a la capacitación, acceso ampliado al aseguramiento mutuo y la renovación de las compensaciones de desempleo.
En un ambiente de negocios oscurecido por un débil crecimiento y una persistente crisis económica en la zona euro, el presidente de Francia, Francois Hollande, espera que la nueva reforma laboral contribuya a elevar la competitividad de las empresas francesas y ayude a reducir la tasa de desempleo para finales de este año.
Con un bajo producto interno bruto (PIB), la segunda economía más grande de Europa registró en marzo su mayor tasa de desempleo en 16 años luego de que 3,224 millones de desempleados ingresaran en su lento mercado laboral.