El gobierno japonés ha formado una fuerza especial hoy jueves para hacer frente a la crisis de rehenes en Argelia, donde docenas de extranjeros, entre ellos varios japoneses, fueron secuestrados ayer miércoles por un grupo de rebeldes.
La fuerza especial está dirigida por el viceprimer ministro japonés, Taro Aso, antes de que el primer ministro, Shinzo Abe, que se encuentra de gira por tres países asiáticos, regrese a Japón el sábado.
El secretario jefe del gabinete, Yoshihide Suga, dijo en una conferencia de prensa en la mañana de hoy que la mayor prioridad para Japón son las vidas de los secuestrados, pero no quiso especificar el número de japoneses que han sido tomados como rehenes.
Por otro lado, el ministro de Asuntos Exteriores japonés, Fumio Kishida, se reunió en Tokio para tratar este asunto con Kurt Campbell, secretario asistente de Estado norteamericano para los asuntos de Asia Oriental y el Pacífico.
Acordaron que Japón y Estados Unidos trabajarán codo con codo en esta cuestión. Se ha informado de que también hay varios estadounidenses entre los secuestrados.
Campbell dijo que Kishida, quien se espera que viaje a Estados Unidos mañana viernes, recibirá una serie de instrucciones especiales por parte de Hillary Clinton, la secretaria de Estado, cuando ambos se reúnan, informaron los medios de comunicación locales.
Un grupo de rebeldes sospechosos de ser militantes islámicos secuestraron alrededor de 41 extranjeros en una planta de gas en el sureste de Argelia ayer miércoles y exigieron a Francia que ponga fin a su operación en Mali.
Se considera que el incidente es la primera consecuencia de la operación francesa en Mali.